¿Qué fue de los exconcursantes zamoranos del programa "Granjero busca esposa"? Nides Riesco, exalcalde de El Pego, se convirtió en el regidor municipal más famoso de la provincia con su pionera participación en la primera edición del popular "reality" televisivo, grabado en 2008, en el que se labró una destacada trayectoria. Dos años más tarde, la tercera edición del programa también tuvo al peculiar Pedro González como representante zamorano, que no tardó en convertirse en un fenómeno mediático por sus cuestionables hábitos de higiene dental.

Su incursión televisiva les reportó a ambos una repentina fama difícil de compaginar con su rutina diaria pero, lejos de cambiar sus vidas, los dos han retomado su sencillo estilo de vida. "La fama que te da la tele dura año y pico o dos, en los que te reconoce todo el mundo y no haces más que sacarte fotos con la gente, pero eso ya se pasó", asegura Pedro González. Sigue residiendo en Vezdemarbán, su pueblo natal, sigue siendo cabrero y atiende a un nutrido rebaño de 700 animales. Lo que sí ha cambiado es su vida personal, aunque se apresura a aclarar que el programa poco ha tenido que ver. Casado y padre de un bebé de diez meses, explica que su mujer es "una chica del pueblo que conocía de toda la vida". Sin embargo, reconoce que la chispa entre ambos no surgió hasta una fiesta organizada con motivo de la visita de varios de los granjeros que coincidieron en la tercera edición de "Granjero busca esposa". Sostiene que no mantiene contacto con ninguna de las chicas que conoció en el programa y revela que, aunque sí eligió a una de sus candidatas, todo fue una farsa. "Yo no quería a ninguna de las chicas que me tocaron ni regaladas porque no eran ni mi tipo de chicas ni eran de las que se quedarían a vivir en un pueblo, pero hicimos el paripé de que me quedaba con una de ellas, aunque no fue verdad", explica el joven granjero. Lo que sí defiende es la autenticidad de sus intenciones al entrar al programa. "Yo iba con la intención real de encontrar una pareja, pero una vez que entras y empiezas a ver el pelaje de las chicas, se te evaporan las ganas".

Por el contrario, Nides Riesco, sí consiguió que su participación en el programa le llevara a buen puerto. Reconoce que mantuvo una relación con la chica que eligió, aunque solo duró tres meses. Aún así sigue manteniendo el contacto con las diez candidatas que conoció en el "reality" e incluso mantuvo otra relación con otra de las "favoritas", que no llegó a participar. "Aquella relación sí duró más e incluso estuve pensando en irme a vivir a Madrid con ella, pero al final no pudo ser", según relata. En la actualidad no tiene pareja, pero no cierra las puertas al amor.

En cuanto a la quinta edición del espacio televisivo, cuya final se ha emitido esta semana, ambos reconocen que casi no la han seguido y critican el rumbo que ha ido tomando este espacio. El cabrero de Vezdemarbán no tiene reparos en afirmar que "ha degenerado mucho y ha perdido la naturalidad". Según añade, "ahora los granjeros se lían con todas y no hay respeto, se parece más a Gran Hermano o a Mujeres y Hombres y Viceversa". Más comedido se muestra Nides Riesco, quien opina que "ahora es más un programa de espectáculo y de entretenimiento". Aún así ambos afirman sin titubear que volverían a participar de nuevo en el programa, aunque con el formato de la primera edición. Coinciden en señalar que fue "una experiencia muy positiva" de la que no se arrepienten. De hecho, Pedro González reconoce que su paso por el programa le ayudó a superar sus miedos y su timidez. "Me animó a abrirme a la gente y a viajar porque yo hasta ese momento no había salido de la cabreriza y ahora, aunque me sigue sin gustar viajar, ya salgo unos cuantos días a conocer sitios nuevos", según relata. En lo que no ha cambiado en sus singulares hábitos de higiene bucal o, más bien, en su falta de ellos. "No me lavaba los dientes entonces y sigo sin hacerlo", afirma sin tapujos, aunque se apresura a aclarar que "no es cuestión de que seas más marrano o no, sino que es una convicción". De acuerdo a esta particular teoría, "no se trata de comer a todas horas, sino de comer solo cinco veces y no picar entre horas, de forma que la propia acidez de la saliva se encarga de mantener la boca limpia". Una práctica que no ha evitado que le hayan tenido que empastar un diente, "pero el resto de la boca la tengo muy sana". Por eso considera que "el programa transmite un concepto de ti que no es el real porque yo me ducho todos los días, pero la gente solo se ha quedado con los "paluegos"".

¿Y qué ganaron con su participación en el programa? "Todo el mundo nos preguntaba cuánto dinero habíamos ganado, pero no nos pagaron ni un euro", afirman ambos exconcursantes. La proyección exterior que lograron Vezdemarbán y El Pego ha sido el único beneficio generado tras su participación en el programa y ambas localidades zamoranas son ahora un poco más conocidas fuera de las fronteras de la provincia gracias a sus dos vecinos más mediáticos.