Los representantes de la Guardería Medioambiental de Zamora y Salamanca, Tomás Rivero y César Bermejo, depositaron ayer un ramo de flores ante el monumento levantado en 1977, sobre la playa de Viquiella del Lago de Sanabria, en recuerdo del centenario de la creación de la Guardería.

Más de un centenar de personas, en su mayoría agentes medioambientales de la provincia y de diferentes puntos de la comunidad, tributaron este reconocimiento a una profesión "de clara vocación y soledad" como subrayó el delegado de la Junta, Alberto Castro, que se sumó al reconocimiento de este colectivo. Los alcaldes del Galende, José Manuel Prieto; Cobreros, Ángel López; y Porto, Guadalupe Carracedo, asistieron en representación de los Ayuntamientos del Parque Natural del Lago y Alrededores.

Castro reconoció la necesidad de mejorar las condiciones del parque móvil de la Guardaría que lleva unos años sin renovarse, además de haber llegado a un acuerdo con los representantes sindicales para la renovación de vestuario. El delegado Territorial añadió que en los próximos años la Junta tratará "de cubrir las vacantes que no se han podido cubrir por la tasa de reposición y llegar a la totalidad en la provincia".

Tomás Rivero apuntó que este acto ha servido para estrechar el contacto y la convivencia con los compañeros, e incluso para reencontrarse con los compañeros de pupitre de la escuela forestal de Coca, por la que han pasado buena parte de los Agentes. Recordó épocas duras, como jefe de comarca. "Se decía que para aprender a apagar incendios había que venir a Sanabria". Para César Bermejo también fue una satisfacción retornar a una tierra en la que estuvo 11 años como jefe de comarca.

El delegado de la Junta desgranó los orígenes del monolito, promovido por la Guardería Forestal con motivo del centenario. Era una época donde la labor de preservar el medio natural estaba encomendada a muy poquita gente. Castro trasladó el agradecimiento a un cuerpo que "pone los ojos, la voz y la manos de la Junta de Castilla y León en todo nuestro territorio". Reconoció los problemas de falta de personal de plantilla. "Sois muy pocos, sois 72" dijo. El grado de satisfacción entre los ciudadanos es significativo "y os ven como alguien que está a su lado". Destacó el mérito de un colectivo que "se juega la vida".

El jefe de Servicio de Medio Ambiente, Casto López, trasladó el agradecimiento a las personas que han hecho posible la restauración del monumento y la comisión que ha organizado el acto, entre ellos a José Antonio González, que no pudo asistir al homenaje. Subrayó el trabajo inestimable del día a día. No faltó en el entrañable encuentro, el recuerdo a los compañeros fallecidos.

Entre los asistentes se encontraba el guarda más veterano de la provincia, Tomás Castaño, de 91 años y padre de cinco hijos, tres de ellos Guardas Medioambientales en Castilla y León y Andalucía. Ingresó en el año 52 en lo que entonces era Patrimonio Forestal y estuvo 47 años en el servicio. "Entonces andábamos a pie y había menos fuegos" expresó. La modernización llegó con la bicicleta y más tarde con el coche. Su actividad se desarrolló en la Sierra de La Culebra, donde llegó al cargo de celador. Pidió unos años una excedencia para trabajar en Correos "estuve poco porque no me gustaba. No era para mí. Tenía que estar en la oficina y no me iba". Le tocó lidiar en muchas ocasiones con los furtivos porque "tenían la obsesión de cazar y pescar, porque hacían a todo. Y uno a poner multas". En una ocasión "denuncié a un cabo de la Guardia Civil en Figueruela de Abajo. Pagó la multa. Ya lo había avisado, porque sabía que andaba de noche" recuerda. Tomás Castaño señala que el jabalí y el ciervo "eran los que hacían daño" hacia el año 78. Hacían daño en los frutales y el los sembrados "se le paga bien, incluso un poco por encima, pero había quien quería cobrar el triple de lo que valía". En alguna ocasión entraban las ovejas en un sembrado y querían que lo pagáramos por ciervo, pero yo sabía que eran las ovejas porque de eso entendía.

En la actualidad el personal de Escala de Agentes Medioambientales de la comunidad de Castilla y León se encarga de realizar numerosas funciones que se dividen en dos bloques. El primero comprende funciones de prevención, evaluación y calidad ambiental, como información, inspección y control en materia de residuos, contaminación, calidad de las aguas y evaluación del impacto ambiental. El segundo bloque de funciones está dirigido a la prevención y protección del medio natural, con actuaciones como custodia, protección y vigilancia de los montes y demás bienes forestales, espacios naturales, vías pecuarias, ríos y zonas de interés para la flora y fauna de la Comunidad de Castilla y León.