La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba se unió a la repoblación forestal en los años cincuenta del pasado siglo XX. En esta ocasión los pinos más valorados son los enclavados en "La Sierra" de San Pedro de las Herrerías que alcanza los 18 euros la tonelada y lo mismo que los de "La Carva" de Ferreras de Abajo. En el lado opuesto están los de Gallegos del Campo que salen a solo 6 euros los mil kilos y a 8 los de Vega de Nuez y Viñas. Muchas veces no solo influye la calidad de la madera sino la ubicación y las ventajas o problemas de evacuación: por ejemplo San Pedro y Ferreras se ubican cera de dos carreteras, ZA-912 y Nacional 631, aptas para trailers.

Sesenta años después de realizarse las plantaciones la corta de madera comienza a dejar importantes ingresos en los pueblos que apostaron por los pinos. En el caso de los que han optado por el sistema de Montes de Utilidad Pública, el 85% de lo pagado por las madereras va directamente a los ayuntamientos en cuyos términos se asientan los pinares. El restante 15% se destina al fondo de mejoras de dichos montes y pinares: la Junta de Castilla y León afronta desde mejoras de caminos a abrevaderos. Si se trata de Montes "Consorciados" y "Convenidaos" los propietarios de los pinos solo recibe el 65% y el restante 35% pasa a la Consejería de Hacienda de la Junta: un dinero "perdido" pues luego no se invierte en los pueblos afectados, sino en cualquier lugar de Castilla y León, donde y para lo que la Junta decida.