Millones de metros cuadrados de terrenos urbanizables de la provincia, en los que se presumieron o proyectaron grandes y bellos desarrollos urbanísticos, residenciales o complejos industriales, y que despertaron ilusionantes expectativas demográficas y económicas para los municipios, siguen ahora cultivándose y produciendo cereal, en el mejor de los casos, persisten como lugares de pasto o, peor aún, se mantienen como puros baldíos y hábitat de grillos y lagartijas. Hay quien habla de que todo fue una etapa "de especulación".

Y la sensación es que seguirán como rústicos "por muchos años". No obstante, existe abierta la posibilidad de que alguna superficie sea urbanizable algún día si se dan las condiciones oportunas.

Buena parte de la superficie destinada a acoger chalés, viviendas y zonas verdes de Roales o Fuentesaúco es surcada por los tractores y trillada por las cosechadoras, y el terreno destinado en Torregamones a acoger viviendas de protección oficial, un matadero y una estación de autobuses permanece en la nada o vivaqueado por conejos, zorros y otros predadores o presas.

Otros centenares de miles de metros cúbicos esperan en la villa de Puebla, en El Teso de Montamarta o en Perilla de Castro -junto al embalse del Esla en ambos casos- o yacen en otros punto de buena vista simplemente el paso del tiempo criando zarzas.

En casos fueron los promotores quienes dieron marcha atrás a sus iniciativas ante la falta de demanda, en casos fueron los empresarios quienes suspendieron sus ganas de invertir al venirse abajo el boom del ladrillo, y en casos fueron las alegaciones vecinales o los intereses políticos quienes tumbaron la actuación.

Son casi 3,5 millones de metros cúbicos los que en la provincia de Zamora aventaron ilusiones y que, a la vista de la realidad y la imposibilidad de hacer el sueño realidad, han pasado a calificarse desde el pasado lunes como terrenos rústicos.

De este modo los terrenos vuelven a tener unos impuestos acordes a su estado y no una tributación desmesurada e inconsecuente con un urbanismo inexistente. De ser urbanizables a rústicos el impuesto puede ser "diez veces inferior", con el conseguiente impacto en las arcas públicas.

"El trigo no daba para pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles" afirma la alcaldesa de Roales del Pan, Berna San Miguel, que entró a la Alcaldía y a gobernar un municipio con 716.374 metros cuadrados urbanizables. Debido a su proximidad a Zamora capital y su potencial de pueblo dormitorio, alentó la edificación como ningún otro en la provincia. Basta expresar que el desarrollo urbanístico concebido por el Equipo de Gobierno popular presidido por Miguel Ángel San Martín Pecharromán suponía "un nuevo pueblo".

Con el retorno a su calificación de rústico la actual regidora considera que "se ha vuelto a la realidad porque era un sinsentido". Son muchos metros cuadrados destinados a la urbanización, sobre los que durante los últimos lustros ninguna empresa ni nadie ha hecho el menor movimiento, salvo las propias de las actividades agrícolas y donde la avifauna sigue anidando o alimentándose como en campo abierto. "No se van a urbanizar ni ahora ni mañana ni posiblemente en muchos años" expresa Berna San Miguel.

Con el vendaval del boom inmobiliario en Roales se calificó de urbanizable no solo el extrarradio, también zonas más alejadas. El Ayuntamiento que parecía contar "con un dineral", derivado del IBI correspondientes a los planes parciales con los que se iban a acometer las obras y los proyectos, se ha visto en la obligación de resolver "el enredo" porque todo se ha demostrado "como un plan de desarrollo más imaginativo que real". Para Berna San Miguel "se vendió mucho humo pero no se ejecutaban los planes urbanísticos". Se han dado caso de promotores que incluso pagaron un aval que han perdido al no llevarse a cabo la pretendida urbanización.

Los concejales del PP de Roales califican de "desastrosa" la decisión de la Junta "de privar al municipio de todos los sectores industriales (I1, I2, I3, I4, I5 e I6), a pesar de estar situados en el eje con mayor potencial de desarrollo de la provincia, el Corredor de Roales". También exponen su "preocupación por la desaparición de cuatro sectores residenciales (R2, R3, R4 y R5) creados, al igual que los industriales, en el año 1998, reduciendo los sectores urbanos al R1 y R4 (Cerro de la Plata), desarrollados en los años 2008 y 2007 respectivamente y al terreno situado dentro del casco urbano". Afirman los ediles populares que "esta situación, junto con la falta de información por parte del Ayuntamiento, ha llevado a generar confusión entre los vecinos y propietarios de los terrenos, al ver como Roales pasa a perder el tren del desarrollo por el que tanto han luchado los anteriores regidores".

El PP "considera responsables directos al actual Equipo de Gobierno de Adeiza-PSOE, más preocupado por las contrataciones en fraude de ley de los hijos de los afines, por arreglar las calles de los concejales que han traicionado a sus votantes, contratar a las empresas de los hijos de los concejales, aprobar proyectos de luminarias que vende alguno de sus miembros y ver como consiguen que todos los vecinos paguemos el supuesto desarrollo para construir 15 viviendas por algún "cercano" promotor". Indican los populares que" "¡Se podía haber evitado y, aunque difícil, no es imposible, por lo que hemos solicitado a la alcaldesa que tome las medidas oportunas para revertir esta situación. Tienen los medios, el dinero y el poder, esperamos que no les falten las ganas de trabajar por el municipio".