Los ladrones que asaltaron en la madrugada de ayer la sucursal bancaria de Caja Rural en Moraleja del Vino tuvieron que desistir de su empeño ya que saltaron todas las alarmas al ejecutar el butrón, método por el que pretendían acceder al interior para conseguir el botín.

Los ladrones volvían a actuar en Moraleja del Vino en apenas 24 horas. En esta ocasión el objetivo fue la sucursal bancaria de Caja Rural, situada en plena Plaza Mayor del pueblo, muy próxima al bar Flamingo, que sufrió otro robo el lunes para llevarse la recaudación que había de las máquinas tragaperras.

En la misma madrugada, el supermercado Lupa de Morales del Vino era también objetivo para los cacos, aunque las medidas de seguridad de las que dispone el establecimiento funcionaron y evitaron que los ladrones lograran dinero alguno.

En la oficina de Caja Rural utilizaron el método del butrón, que consiste en practicar un agujero en la pared, hacia las cuatro de la madrugada. Sin embargo, no pudieron culminar su propósito ya que las alarmas de la sucursal bancaria funcionaron, lo que obligó a los atracadores a darse a la fuga. Según las fuentes consultadas por este diario el robo no logró recaudación monetaria aunque sí produjo daños materiales.

La Policía Científica se acercó hasta Moraleja del Vino para intentar recabar pruebas del asalto, que permitan en un futuro identificar a sus autores. La sucursal, que tiene tres empleados pudo no obstante recuperar la normalidad a lo largo de la mañana para atender a los clientes.

En la misma madrugada los ladrones, no se sabe si la misma banda u otra diferente, accedieron al supermercado Lupa ubicado en la calle La Solana de la localidad de Morales del Vino para llevarse la caja fuerte.

Los cacos levantaron la trapa del establecimiento para acceder al interior, pero una vez ante la caja fuerte no pudieron llevársela, debido a que se encuentra anclada.

Hace poco más de un año los ladrones entraron en este mismo establecimiento, aunque en aquel entonces sí obtuvieron un botín. La Policía Científica de la Guardia Civil de Zamora estuvo trabajando hasta cerca de las tres de la madrugada recogiendo huellas y recabando pruebas, acompañada por empleados del establecimiento.