Algo más de 2.000 euros es el botín que estima Felipe Vázquez, responsable del bar Flamingo de Moraleja del Vino, se llevaron los cacos durante la noche del domingo al lunes.

Un robo "sencillo y limpio", según explica Vázquez, "porque los cacos tenían claro a por lo que iban, que era el dinero de las dos tragaperras", instaladas dentro del negocio de hostelería que esta ubicado en la Plaza del pueblo. Según explica, el modus operandi pasó por eliminar las alarmas con un inhibidor, forzar la ventana, lo que le permitió el acceso al interior del bar, y ya dentro, reventar las dos máquinas.

La camarera

Era lo único que al parecer, les interesaba (el dinero), ya que el propietario no ha echado en falta bebidas, ni tampoco tabaco, televisión, ordenador o máquina de cobro. "Hasta tal punto han respetado todo el mobiliario, que no voy a dar cuenta al seguro, tenían claro y estudiado el tema de las tragaperras".

Fue una camarera, encargada de la apertura del local quien dio la voz de alarma a las ocho de la mañana, cuando se encontró con la ventana rota y la alarma desactivada. Por el momento, el robo ha sido puesto en conocimiento de la Guardia Civil, y hasta el lugar de los hechos se desplazaban ayer los agentes para recabar huellas del acto de la sustracción.