Fuentespreadas cerró ayer el ciclo de festejos taurinos populares de la provincia de Zamora con un encierro que atrajo a cientos de personas de todos los pueblos de la Tierra del Vino, La Guareña y el Alfoz de Toro. "Aunque ya estamos en vendimia la gente sigue con ganas de fiesta", se comentaba ayer entre la afición al observar la gran concurrencia que suscitaba este festejo.

Los aficionados tuvieron suerte de despedir la temporada con un encierro de lo más animado, los novillos de los Hermanos Bragado, bien presentados, sacaron su bravío y dieron buen juego durante más de dos horas y media, permitiendo a los caballistas protagonizar vistosas carreras con los astados.

Cada una de las reses -dos novillos y una vaca- salió hacia diferentes direcciones, por lo que los aficionados también se repartieron. Destacaba la elevada presencia de vehículos y quads corriendo de un lado a otro, así como la de algunos tractores que servían de miradores para que algunos privilegiados contemplaran el espectáculo desde las alturas.

Uno de los novillos, el segundo en salir, logró cornear a un caballo, pero no hubo que lamentar ningún herido entre los aficionados.

Sobre la una del mediodía se daba por concluido el encierro y el gentío se desplazaba a las bodegas de la localidad, donde continuó el ambiente festivo entre el vino de la tierra, el queso zamorano y la música popular.

A partir de hoy, los aficionados de la zona comienzan a alimentar sus ganas de toros hasta junio del año que viene, dedicándose durante las tres próximas estaciones a otras diversiones que ofrecen los montes, como la caza, el senderismo o la micología.