Agentes de la Guardia Civil de Sanabria recorrieron ayer los cuatro kilómetros entre la nave ganadera de San Juan de la Cuesta, donde el martes se halló el primer resto de la desaparecida, María del Carmen Carracedo Sotillo, y el paraje de Casiares de Rozas en el que se localizó el lugar donde ha permanecido el cadáver desde su desaparición, según los indicios de los investigadores. Cobra fuerza la hipótesis de que se apartara del camino y se refugiara o escondiera entre la vegetación, ya que aparecen dos manchas definidas en la maleza, que podrían coincidir con el lugar en el que se acurrucó, y una segunda donde aparecieron restos parciales y las ropas.

Miembros de la Policía Científica de la Guardia Civil de Sanabria revisaron paralelamente el exterior de la nave por si aparecía algún rastro. Los indicios apuntan a que los restos parciales encontrados pertenecen a la desaparecida de 54 años, al encontrarse las ropas que llevaba el día de su desaparición y las dos zapatillas, una en el mismo lugar y otra a unos 50 metros de allí.

Las pruebas de ADN de los restos trasladados el martes al Instituto Anatómico Forense de Zamora y la posible obtención de las huellas dactilares, a partir de la mano, determinarán si los restos aparecidos corresponden a esta vecina de Rozas. Los agentes trataban de localizar otras partes significativas de la anatomía que podrían ofrecer algún indicio sobre las circunstancias de la muerte de esta mujer de 54 años.

Los agentes comenzaron a las nueve de la mañana el trayecto hasta la zona de pasto, siguiendo el itinerario que el rebaño recorrió de San Juan a Rozas, y acompañando al pastor que avisó de la aparición de un resto humano en la pared exterior de la nave que pudo llevar uno de los cachorros de mastín. Al rastreo se sumó Carlos Pereira, amigo de José Carracedo, el hermano de María del Carmen.

El objetivo de inspeccionar la zona de pastos era seguir el comportamiento de los perros mastines y careas que pudieran detectar algún rastro u olor, y si daban con nuevos hallazgos. Los perros se mantuvieron tranquilos y sin alejarse de las ovejas, a diferencia del día anterior, que alertaron con sus ladridos de nuevos rastros. La búsqueda no arrojó resultados positivos a lo largo de la mañana. La zona está pisada por los jabalíes, que han merodeado por las manchas de monte incluso la mañana del martes, cuando se intensificaban las labores de búsqueda alrededor del lugar donde los restos de la mujer fueron hallados en muy mal estado.

El martes por la tarde se encontraba otra de las zapatillas que llevaba la desaparecida en el momento que se ausentó de su casa. Un perro de Carlos Pereira dio con el rastro, ante su propia sorpresa que no se explicaba cómo había aparecido intacta y a la vista en una zona próxima al camino por la que se había revisado en repetidas ocasiones durante las tareas de búsqueda.

En la declaración ante la Guardia Civil de El Puente el ganadero detalló que la mañana del martes dos mastines se adelantaron al ganado siguiendo el rastro de un lobo, en dirección a Villarino, mientras dos mastines sacaron otro lobo a la altura de los prados de Llama Carballo. Se metió en el escobal pensando que había una cordera que le desapareció días antes. En ese momento encontró una zapatilla blanca y rosa y se percató de que la hierba estaba pisada y oscura, como si hubiera habido un cuerpo. En ese momento llamó por segunda vez a la Guardia Civil.

Muy afectado por las situación, José Carracedo Sotillo decía ayer que "para qué van a buscar ahora" cuando "me han dejado solo 15 días buscando". Carracedo señaló que irá a protestar "a la Subdelegación y donde haga falta, al alcalde de Zamora si es necesario".