La Corporación y los vecinos de Otero de Bodas homenajearon ayer a Narciso Anta Llamas que cumplió 100 años, rodeado de su familia, especialmente de sus nietos María Pilar y Miguel, y sus vecinos. El alcalde David Ferrero hizo entrega de una placa conmemorativa de este aniversario en nombre de toda la corporación y los vecinos del municipio.

Narciso Anta leyó con soltura y sin necesidad de gafas el breve texto de la placa. "El Ayuntamiento y los vecinos de Otero de Bodas, a Narciso Anta Llamas, nacido en Val de Santa María el 26 de septiembre de 1916, en homenaje por su centenario, el 26 de septiembre de 2016". Algunas de las personas que se acercaron para celebrar el cumpleaños le agasajaron con algún que otro pequeño obsequio, como el collar de golosinas que le confeccionó una vecina. Su deseo es "celebrarlo muchos años". Los familiares ofrecieron un refrigerio a las personas que se acercaron a felicitar a Narciso, en día tan señalado.

Hasta hace poco, Narciso acudía al bar cercano a su casa a leer el periódico. Ayer recordaba sentado a la puerta de su casa, algunos recuerdos de infancia cuando fue a estudiar al colegio de Los Agustinos, en Valencia Don Juan en León y posteriormente al colegio de la orden que tenía en Valladolid.

Recordaba que durante la guerra civil le tocó ira al frente en Aragón, y en concreto a Teruel, donde le llamó la atención que en una visita se encontró con más de 100 cruces con los nombres de los soldados que habían caído en el frente. Toda su vida fue labrador, un hombre muy trabajador que se casó con Alicia, que residía en Otero de Bodas y donde se trasladaron a vivir. Su única hija recibió el nombre de Narcisa. De su juventud recordaba que todos los mozos "íbamos al baile a las Eras". Ahora en sus conversaciones con su nieta Pilar recuerda su época de niño en Val de Santa María.