Montamarta ha culminado las obras de su Área de Regeneración Urbana (ARU), por el que se han hecho reformas en 20 viviendas del municipio, el doble que en la fase anterior, y el Ayuntamiento y los propietarios de las casas ultiman el papeleo para justificar la finalización de los trabajos y cobrar la subvención del Ministerio de Fomento y de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, aunque el plazo no expira hasta el 31 de diciembre. Dicha subvención supone el 44,87% del coste total de las obras, a lo que se suma la aportación del Consistorio, que en el caso de las obras en las viviendas pagará el 9,10%.

La subvención para el ARU concedida a Montamarta asciende a los 360.000 euros para 35 viviendas y el acondicionamiento de varias calles que todavía no se han llevado a cabo, pues las obras continuarán en 2017 con un nuevo concurso en el que deberán entrar al menos cuatro viviendas que ya lo solicitaron este año, pero hay más interesados, según indican desde el Ayuntamiento de Montamarta. Esta es la segunda fase del ARU de este municipio, la primera se realizó entre 2011 y 2014, cuando este tipo de programas todavía se denominaban ARI (Área de Rehabilitación Integral), y afectó a diez viviendas y se construyó un edificio de equipamientos, además de rehabilitar algunas calles.

Los propietarios de las 20 viviendas rehabilitadas este verano han podido contratar a la empresa constructora de su elección, a diferencia de lo sucedido en la primera fase, cuando fue el Ayuntamiento el que adjudicó las obras. Con este cambio, lo que se pretende es "que cada particular pueda negociar mejor sus precios y su propia obra", explican desde el Consistorio.

Este año también se están desarrollando ARU en Casaseca de Campeán, Castroverde de Campos y Villalobos, además de en los municipios que integran la mancomunidad Hábitat Rural, a saber Villafáfila, Villalba, Pajares de la Lampreana, San Agustín del Pozo y El Perdigón. El objetivo de este tipo de programas es mejorar la habitabilidad de las viviendas en zonas de urbanización demasiado antigua, incidiendo en la estabilidad de las fachadas y de las cubiertas, así como en la impermeabilización de los edificios.