Aliste, Tábara y Alba fue comarca pionera en la recogida y comercialización de setas silvestres desde 1982. En lo que respecta a la comercialización y transporte lo más destacable será que quienes se dediquen a tal actividad deberán "disponer de formación micológica dirigida a evitar la comercialización de especies no autorizadas" para evitar su llegada al mercado agroalimentario y al consumidor final. Hace varios años se dio el caso de una intoxicación masiva con setas silvestres en un restaurante de Valencia.

La Junta incluye en el decreto unas condiciones muy claras y concisas para la recolección, -salvo lo establecido para las autorizaciones científicas y didácticas- y en el caso de incumplirlas será responsable el propio recolector. La primera prohibición será "la remoción de suelo de forma que se altere la capa vegetal superficial o se levante el mantillo, ya sea manualmente o mediante herramientas, así como la utilización o porte de hoces, rastrillos, escardillos, azadas o cualquier otra herramienta análoga, salvo en el caso de trufas u otros hongos hipogeos".

Con la nueva normativa quedará prohibida "la recolección durante la noche" y la recolección de ejemplares extra maduros, pasados o en descomposición" además de tener que respetarse las medidas mínimas que establezca para cada especie la Consejería de Medio Ambiente. No se podrán coger ni arrancar las especies no recolectables, ni destruir "intencionadamente cualquier especie". La recolección de setas pasaría estar prohibida en "las franjas de dominio público de las redes estatales, autonómica y provinciales de carreteras y en la franja de servidumbre de ferrocarril, salvo que se encuentren en desuso.