El hermano de la mujer desaparecida en Rozas, Mari Carmen Carracedo, sigue demandando más apoyo de las instituciones y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para encontrar a su hermana, a quien perdieron la pista el sábado 3 de septiembre cuando descansaba a la puerta de su casa. Actualmente solo él se dedica a rastrear los alrededores de la localidad en busca de algún indicio sobre el paradero de su hermana, y puntualmente una patrulla de la Guardia Civil. "Necesitamos que vengan refuerzos de fuera de Zamora, que vuelva la unidad cinológica y que traigan especialistas en buscar desaparecidos" -declaraba ayer con amargura a este diario José Carracedo- "no quiero que el caso quede olvidado en un cajón".

El hermano de la desaparecida vivía en Jaén con esta y con la madre de ambos, los tres pasaban las vacaciones en su pueblo de origen cuando Mari Carmen desapareció, pero no piensa volver a casa: "no me voy a mover de Rozas hasta que mi hermana no aparezca", asegura José firmemente decidido, e incluso se ha empadronado en el pueblo tras la triste noticia. De momento, compatibiliza las horas que pasa buscando por Rozas y alrededores con cuidar a su madre, que tiene 89 años.

En Gallegos del Campo, vecinos y agentes siguen dedicando las tardes a peinar caminos, montes y valles en busca de Miguel Fernández, de 78 años, que desapareció en la mañana del 2 de septiembre.