La mayoría de los turistas que han pasado por Puebla este verano practican un turismo de interior tratando de buscar zonas rurales de descanso o bien en su viaje hasta la costa gallega deciden hacer una parada para conocer la zona y disfrutar de su gastronomía, de hecho, una pareja de avanzada edad sostiene que "aquí todo es muy bonito, pero lo mejor, la comida".

El Castillo de Puebla asombra a propios y extraños. La Muralla del Mariquillo, en las puertas de la fortaleza, es lugar de concentración donde se reúnen muchas personas que entran o salen del castillo y deciden inmortalizar ese momento.

La mayoría salen impresionados por la grandeza de sus murallas, altura de sus muros y encanto del conjunto del alcázar. Alguno incluso afirma que "desde abajo se ve una colegiata pero desde aquí arriba es verdaderamente impresionante". Una señora va más allá y afirma que "aquí todo merece la pena, las calles, la Plaza Mayor, los balcones llenos de flores..."

Por tanto, Puebla sigue siendo un año más un rincón lleno de turistas que escogen este lugar para disfrutar de toda la magia que ofrece.