Apenas tres minutos fueron los que tardaron en recorrer tres novillos -el cuarto de los que salieron se quedó en la carretera y fue metido en los corrales- en realizar el recorrido entre los corrales de San Albín y la Plaza Mayor de Fermoselle. La campana torera fue la encargada de dar la señal para la salida de los astados en medio la algarabía de un público expectante. Fue un encierro limpio y rápido sin incidentes.