El primer gran incendio del verano en la comarca de Aliste se saldo con cerca de 50 hectáreas arbolado y monte bajo arrasadas por el fuego que se inicio el los cruces que hay entre los términos de Ribas, Tola y Viñas. En el operativo de extinción de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León participaron dos agentes medioambientales alistanos, medios aéreos de Villardeciervos, Rosinos y Villaralbo, tres autobombas y tres cuadrillas además de un buldozer. Desde el primer momento el fuego se extendió muy rápidamente hacia la localidad de Tola, de oeste a este, llevándose por delante un pinar de propiedad particular, cuyo dueño, Tomás Mezquita, llevaba cuidándolo los últimos cincuenta años.

Gracias a la rápida actuación de los medios aéreos y de los efectivos humanos, -ayudados también porque la vaguada que hay justo antes del pinar de Tola a estas alturas todavía esta verde-, pudo frenarse su avance hacia dicha plantación de 1.000 hectáreas. Una de las mayores riquezas del pueblo cuidada con esmero por Junta y vecinos desde su plantación por 1950.

Algunas de las familias de Tola se jugaron literalmente la vida para poder salvar del fuego sus propiedades apícolas: "nos picaron abejas de la mitad para abajo, en las piernas todo son heridas y los pies por abajo me los quemé. Llevaba las zapatillas de trabajo y se deshicieron. Y yo soy de las que menos sufrió" manifiesta una vecina de Tola. Al evacuar las colmenas del fuego se cayó una en el camino y una muchacha termino en urgencias. Se valora también el trabajo de los tractoristas locales que pusieron tractores y esfuerzos contra el avance de las llamas.

Peor suerte parecieron correr las colmenas trashumantes de un apicultor de Béjar (Salamanca) que al parecer quedaron calcinadas con la mayoría de sus abejas dentro. No se descarta que fuera provocado.

Las autoridades muestran su preocupación y malestar por la reincidencia en los incendios provocados durante la noche. El pasado fin de semana se produjo uno en la localidad de Figueruela de Abajo y otro en San Vicente de la Cabeza que pudieron ser controlados a tiempo por Medio Ambiente. Se extrema la vigilancia para intentar coger a los pirómanos y ponerlos a disposición judicial. Se ruega la máxima precaución y evitar prender fuegos por el alto riesgo.