La población de la villa de Porto aprovecha la etapa veraniega para organizar y disfrutar de sus cualidades etnográficas y de los recursos naturales existentes en la zona, entre los que están el propio río Bibey. En el carnaval de verano organizado participaron un colectivo de unas trescientas personas que demostraron la originalidad y la creatividad que tiene la población portexa para disfrazarse y prepararse para representar los más diversos papeles lúdicos, festivos o recreativos. El ambiente estuvo recreado con los trajes típicos y también con útiles de los más caseros válidos para servir como instrumentos musicales o como objetos de acompañamiento. Población de toda edad tiró a un lado la rutina y las formalidades, y rompió los esquemas para echarse a la calle y sumergirse en una atmósfera llena de modales festivos, de alegría y felicidad.