El protocolo de Control de la Cadena Alimentaria que han suscrito los directores generales de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, Jorge Llorente, y de Salud Pública, Agustín Álvarez, pretende aumentar la coordinación con un planteamiento integrado, según informó la Junta en un comunicado.

Este protocolo regional materializa algunas de las líneas de trabajo del Libro Blanco sobre Seguridad Alimentaria que planteaban la necesidad de abordar las actuaciones en política de seguridad alimentaria siempre desde un punto de vista integral, abarcando todos los eslabones de la cadena alimentaria.

Entre los objetivos estratégicos para garantizar su eficacia, aplicabilidad y validez está el de integrar el concepto "una sola salud" de una forma transversal en el control veterinario, con especial relevancia en la lucha frente a las resistencias antimicrobianas y zoonosis.

Según el comunicado de la Junta de Castilla y León, otro planteamiento estratégico "vela por el cumplimiento de la normativa vigente" en lo que afecta a la seguridad alimentaria, la sanidad y el bienestar animal, así como la garantía de la eficacia de los controles.

Para lograr estos fines, se ha formulado también una serie de objetivos específicos como establecer los cauces de comunicación entre las diferentes autoridades competentes que garanticen una transmisión fluida de la información o coordinar las actuaciones de control.