Las consejerías de Agricultura y Sanidad de la Junta de Castilla y León han firmado un protocolo para el control integral de la cadena alimentaria. Este documento pretende aumentar la coordinación con un planteamiento integrado y de continuidad que abarque desde la producción primaria hasta la comercialización para el consumidor final, y garantizar la aplicación de la normativa europea en Seguridad Alimentaria de la UE.

Entre los objetivos estratégicos para garantizar su eficacia, aplicabilidad y validez está el de integrar el concepto "una sola salud" de una forma transversal en el control veterinario, con especial relevancia en la lucha frente a las resistencias antimicrobianas y zoonosis. Otro planteamiento estratégico vela por el cumplimiento de la normativa vigente en lo que afecta a la seguridad alimentaria, la sanidad y el bienestar animal, así como la garantía de la eficacia de los controles.

Para lograr estos fines, se ha formulado también una serie de objetivos específicos como establecer los cauces de comunicación entre las diferentes autoridades competentes.