El Barranco, la peña más antigua de Bermillo de Sayago, aprovechó las últimas fiestas patronales de la localidad para celebrar sus 45 años de existencia con un homenaje a quienes fundaron esta institución que ya reúne a tres generaciones de sayagueses, como suele suceder en esta tierra, esparcidas por toda España e incluso fuera de sus fronteras, pero comparten un sentimiento de hermandad y orgullo sayagués que renuevan cada mes de agosto.

La peña fue fundada y registrada en 1971 por un grupo de matrimonios jóvenes que fueron haciendo socios a sus hijos, y estos a los nietos, así hasta sumar unos 90 miembros que forman una especie de familia enorme, aunque no se pueden reunir tan a menudo como les gustaría. En la noche del sábado unos 65 socios se juntaron para llevar a cabo un acto que fue de lo más emotivo, sobre todo para sus protagonistas -la generación más veterana-, pues no sabían nada de lo que les esperaba. La segunda generación de "cuarentañeros", que han pertenecido toda su vida a este colectivo y ya hace algunos años que asumieron las riendas, "cocinó" el acto a espaldas de sus padres.

Los fundadores recibieron una taza serigrafiada con los símbolos de El Barranco y, tras fotografiarse con sus familias para tener un recuerdo del acto, soplaron al unísono las velas por los 45 años de la peña en una gran tarta que todos compartieron. Después, los mayores deleitaron a todos con los cánticos de su época, entre los que no podían faltar aquellos propios de la peña como "Somos El Barranco", una especie de himno que siempre les recuerda a Antxoni, de la familia San Ceferino, uno de sus compañeros ya fallecido, o "Acántara", el tema preferido de Ignacio, de los Gonzalo Fernández, que tampoco está ya entre ellos.

En 45 años los peñistas han pasado todo tipo de avatares, como quedarse desahuciados hace cinco años cuando se derrumbó su local. No obstante, la abundancia de "barranquitos" que a su corta edad ya lucen la camiseta negra de la peña con el escudo de Bermillo les hace confiar en que la pervivencia de la peña decana del pueblo está asegurada, por lo menos durante otros 45 años más.