La romería de la Virgen de las Nieves congregó ayer en el santuario de la Tuiza, en Lubián, a cientos de personas que participaron en la misa concelebrada en el interior del templo, y la procesión alrededor de la explanada.

Los actos de la festividad culminan esta noche con la actuación de Carlos Núñez y la Banda de Gaitas AS Portelas de la Alta Sanabria, a partir de las 10.30 de la noche. Previamente actuarán en un concierto las bandas de Manteos y Monteras de Aliste, la Banda de Gaitas Concello de Verea de Orense y la banda lusa de Aveiro Sao Bernardo, a partir de las siete en la Plaza Horta do Cura.

Para los sanabreses, la romería de la Tuiza es la de septiembre, si bien la celebración original es en el mes de agosto, ligada a la aparición de la Virgen en Roma, en el lugar donde debía levantarse su iglesia, un paraje nevado en pleno mes de agosto. A partir de "Santa María la Mayor" la advocación se extendió a toda la cristiandad.

Uno de los sacerdotes que ayer participó en la misa fue párroco de Aciberos y Padronelo en 1952. "Quién me diría a mí que en 2016 -64 años después- iba a volver a La Tuiza" expresó. La nave principal fue lugar de reencuentro en un día señalado, de ahí que al padre Jorge Flórez se esperara en pedir el silencio.

Devoción y naturaleza

El libro de peregrinos deja a sus lectores pensando ante las numerosas dedicatorias. La última, del 4 de agosto víspera de la festividad, es de la familia Hernández, venida desde Boston (USA) para dar simplemente "gracias" a la Virgen. Y la manera más esperada para dar ese agradecimiento es acompañar, con la familia que regresa de la ciudad, a la imagen de la patrona de la Alta Sanabria en la procesión que tiene lugar en los exteriores del santuario y donde la imagen es arropada por los feligreses y devotos en una marcha integrada en la naturaleza. Con algo menos de concurrencia en este cinco de agosto pero con la misma o más devoción tiene lugar esta festividad.

El pequeño Gonzalo a hombros de su padre estaba atento a la figura de la virgen y a los acordes del tambor. Como él, otros niños a hombros o en los brazos, desde bien pequeños acompañan a la Virgen de las Nieves.

Un recorrido en el que no faltó la música de la charanga NBA y la banda de Nova Terra de Trives, que amenizaron el pulpo regado con vino al terminar los actos religiosos.

La jornada estuvo ambientada por los puestos de pulpeiros que ayer también contaron con su propia parroquia por cuanto que se aprovechó la festividad para disfrutar de la gastronomía.