Un viaje por carretera que enlaza parajes hermosos como la comarca de Sanabria y la Reserva de la Sierra de la Culebra con una ciudad tan singular como Zamora, debería ser motivo para disfrutar de un recorrido en coche. A la altura de Otero de Bodas, desde la lejanía se puede visualizar la majestuosidad de la sierra de la Cabrera. Probablemente nadie tenga ni un segundo para fijarse en sus picos -el más alto Vizcodillo con 2.121 metros- ya que la peligrosidad de la calzada por la que se circula lo impide.

El estado de la N-631 es motivo de confrontación entre ayuntamientos, Diputación, Junta y Gobierno estatal. Los motivos de esta coyuntura son diversos, entre ellos destacan el mal estado del asfalto, la inexistencia de arcenes amplios, puentes unidireccionales, y la alta siniestralidad debido a la fauna.

Las criaturas salvajes han ocasionado 59 accidentes de tráfico en los seis primeros meses de 2016. De ellos, 23 son responsabilidad de ciervos y 20 de corzo, en los 16 restantes están involucrados jabalíes, perros o liebres.

La calzada une los términos municipales de Rionegro del Puente con la N-630 en las inmediaciones de Montamarta. Por tanto, bordea la reserva de la Sierra de la Culebra, lugar donde abundan los animales, en especial jabalíes y ciervos. Desde la Junta apuntan que sólo en la reserva existen 1.500 ejemplares de ciervo sin contar con la gran cantidad de animales que se expanden hasta las cercanías de localidades como Pozuelo de Tábara, Tábara y Otero de Bodas. En estos poblados existe una ferviente reivindicación obligada por la gran cantidad de animales salvajes que destrozan los cultivos de productores. Pero esta preocupación es añadida a la siniestralidad en la carretera debido a la fauna salvaje.

El alcalde de Pozuelo de Tábara, Jesús Ángel Tomás es uno de los más reivindicativos con la situación. Según él la carretera es "muy mala", y cree que los parches que colocan para solventar los baches no son suficientes, entre uno y otro el estado de la calzada es "lamentable". Donde de verdad muestra su indignación es con los problemas ocasionados por la fauna. Ésta es una cuestión presente para los usuarios de esta vía desde tiempos inmemoriales. Según el regidor de Pozuelo, "éste es un problema que la Administración podría solucionarlo rápidamente, pero la Junta ni caso, todo lo que toca, lo envenena". Ante esta disposición, los numerosos usuarios de esta vía están obligados a contratar pólizas en sus seguros que los protejan en caso de accidente con animales, algo que es considerado por Jesús Ángel Tomás "muy injusto".

En el Ayuntamiento de Pozuelo de Tábara proponen un plan "económico". El edil apunta que, "con la cantidad de ciervos que hay, cualquier medida que se lleve a cabo para tratar que los animales no crucen la carretera no servirá de nada, por lo tanto hay que eliminar al 80% de los ciervos. Hay que controlar el número exacto de animales, la gente no puede sembrar sus tierras y es lógico que con tanta fauna se produzcan innumerables accidentes. Así se acabaría el problema". Además apunta que sería una medida que respaldarían los cotos de caza.

Numerosas personas toman la N-631 para viajar cada día desde el oeste de la provincia hasta la capital. En palabras del alcalde de Puebla de Sanabria, José Fernández "cada vez que viajamos a Zamora, parece que vamos a un safari. La carretera es un desastre". El también senador socialista relata el calvario que vive el conductor que circula por esa carretera "es una calzada con numerosos baches, sin apenas arcenes, la carretera es una lija, destroza las ruedas de los vehículos". Desde el PSOE afirman que han intentado sacar una partida de los presupuestos generales del Estado para solventar las deficiencias de la Nacional 631, sin resultado. Para tratar de solucionar el problema de los animales proponen cumplir el plan de vallado, que se encuentra parado, que junto con la rehabilitación de la calzada -asfalto totalmente nuevo, arcenes reglamentarios y puentes de doble sentido- haría que existiera una vía digna para el conductor. Por último, Fernández critica el desprecio que sufre la carretera, ya que cuando hay un bache "lo único que hacen es poner un cono".

El proyecto de vallado de la calzada se encuentra totalmente parado y sin ánimo de ponerlo en marcha. Numerosas fincas fueron expropiadas para que diera comienzo, sin embargo, alegando el alto coste de llevarlo a cabo, el plan fue paralizado. En cambio, se decidió desbrozar los alrededores de la carretera, una medida necesaria pero totalmente insuficiente para resolver el problema.

Llegamos a Otero de Bodas. Su alcalde, David Ferrero, se suma a la reivindicación, pero propone otras cosas. Su primera demanda es la rehabilitación de los puentes La Estrella, Arrollo de Ciervas y Agavanzal. Los tres son de sentido único, y el edil de Otero ahonda en la necesidad de hacerlos más anchos. Para reducir la siniestralidad en la carretera, sugiere la construcción de pasos subterráneos o elevados de animales. Además, vería con muy buenos ojos la construcción de una autovía que sustituya el tramo actual, descartada hace dos años por la actual Presidenta del Congreso y ex ministra de Fomento, la zamorana Ana Pastor, quien afirmó que "el nuevo tramo Benavente - Zamora arrastrará a circular por ahí a muchas personas que utilizan la N-631".

Si se lleva a la práctica todo lo expuesto, se encuentran ejemplos, como gran parte del personal sanitario de Sanabria, quienes son residentes en Zamora. Una médico declara que tiene que circular por la maltrecha carretera un mínimo de diez veces por semana -cinco de ida y cinco de vuelta-, manifiesta que al deplorable estado del pavimento se le suma que va "más pendiente de ciervos, jabalíes y lobos que de conducir". Además, alega, indignada que las restricciones de velocidad en algunos tramos, los baches, los pasos por travesías y los puentes suponen aumentar y disminuir la velocidad constantemente, con el consiguiente aumento de consumo de carburante.

Todas las semanas, taxistas de Puebla de Sanabria tienen que realizar viajes con pasajeros hasta Zamora capital. Afirman, preocupados, que "viajas con tensión, viajas con un nerviosismo enorme mirando las cunetas". El coste económico en ruedas, aceite y gasolina aumenta al transitar por estas vías, los taxistas exponen que "esa cantidad la tenemos que asumir nosotros, el cliente no tiene la culpa de que el Estado tenga las carreteras hechas un desastre".

Siguen pasando los años, pero el problema de la N-631 continúa igual. Con la nueva o con la vieja política, la Administración no es capaz de solucionar uno de los principales problemas de los habitantes del noroeste de Zamora, un territorio que parece no estar presente en las decisiones importantes, un territorio que parece estar olvidado.