El albergue de peregrinos de Montamarta ofrece una apariencia renovada desde el pasado mes de mayo. Diez años después de la apertura, el Ayuntamiento asumió la tarea de llevar a cabo una reforma con el objetivo de dotar las instalaciones de una serie de mejoras, entre las que se encuentran una cocina totalmente equipada con vitrocerámica de inducción, encimera y microondas. Los baños se han mejorado y también se han pintado las paredes. Así se pretender brindar una mayor comodidad a los peregrinos.

Los caminantes se hospedan en una amplia habitación con literas que pueden llegar a albergar a 50 personas. Además de la cocina, las instalaciones cuentan con un salón-comedor con chimenea, dos baños y una lavandería. Con la llegada del verano, la media de ocupación es de 15 personas.

Debido a la falta de una alta inversión, el alojamiento no cuenta con calefacción, por tanto durante los meses de invierno permanece cerrado.

La renovación del lugar ha traído consecuencias favorables al conjunto de la localidad de Montamarta. La reforma de la cocina - más bien construcción, ya que anteriormente solo había un calentador- ha derivado en que numerosos peregrinos acudan a los supermercados de la localidad para adquirir el género necesario y utilizarlo entre los fogones.

El albergue es de titularidad municipal, por lo que las tareas de mantenimiento las realiza el personal de limpieza contratado por el consistorio montamarteño, que se encarga de limpiar todas las instalaciones.

Desde el refugio destacan la alta afluencia de peregrinos extranjeros, quienes "agradecen mucho todo el esfuerzo que han hecho para reformar el albergue, muchos de ellos repetirán, están muy satisfechos".

Los peregrinos que cruzan la localidad de Montamarta recorren tramos de la "Vía de la Plata".