El norte de la provincia se vio ayer afectado por dos incendios, el primero en Entrepeñas (Asturianos), controlado tres horas después de su inicio, y Vega de Tera, que permanecía activo al cierre de esta edición aunque la situación estaba controlada.

La cercanía de las llamas y la intensa humareda obligaron en este último caso al corte de la autovía A-52 durante casi tres horas, entre los kilómetros 30 y 49 en los términos municipales de Camarzana de Tera y Mombuey. El tráfico fue desviado por la carretera N-525.

La favorable evolución del incendio llevó a la Guardia Civil a decidir la reapertura temporal de la circulación en la autovía A-52 pasadas las nueve de la noche tras permanecer cerrada desde las 18.25 horas entre Camarzana y Mombuey y al no apreciarse riesgo para el tránsito de vehículos.

Más de 60 efectivos del servicio de extinción de incendios de la Junta de Castilla y León estuvieron trabajando en el incendio de Vega de Tera. El delegado territorial de la Junta en Zamora, Alberto Castro, declaró el nivel 2 según establece el Plan de Incendios de Castilla y León a las 18,25 horas y se constituyó el CECOPI (Centro de Coordinación Operativo Integrado).

El fuego se originó sobre las 15.45 horas de la tarde y casi tres horas más tarde se decidió subir a nivel 2 de peligrosidad por afectar al corte de la autovía de Rías Bajas A-52 en ambos sentidos. Esta circunstancia obligó a desviar el tráfico por la carretera N-525 provocando gran fluidez de vehículos por la vía que discurre paralela a la autovía. La Guardia Civil estuvo controlando el tráfico y desviando la circulación de Benavente hacia Galicia y de Galicia hacia Castilla.

La central de emergencias 112 atendió en los momentos más críticos más de 60 llamadas de personas, muchos conductores, demandando información. Según informó la Junta, la superficie afectada es principalmente matorral mixto de leguminosas y ericáceas con encina y repoblaciones jóvenes en Vega de Tera.

El fuego generó un importante despliegue de medios, con siete helicópteros de Villardeciervos y Villaralbo, una Brif y dos helitransportadas, dos aviones de carga en tierra de la base de Rosinos, tres cuadrillas de tierra, tres autobombas, tres bulldozer, un avión anfibio, dos técnicos y cinco agentes, además del avión de coordinación de Ministerio de Medio Ambiente. Se desplazaron medios de Ibias (Asturias), Plasencia (Cáceres), Tabuyo (León) y de Matacán (Salamanca)

Tanto en Vega de Tera como en San Pedro de Ceque la población siguió los incendios desde la distancia pero atentos a la evolución del fuego y con la preocupación, en principio, de que las llamas pudieran extenderse por la superficie más forestada de la zona e incluso, en Vega de Tera, a que se dirigiera hacia la localidad.