Moraleja del Vino vivió ayer con pasión el tradicional encierro campero programado con motivo de las fiestas de la Magdalena. El espectáculo taurino atrajo hasta el paraje de El Moro a decenas de caballistas y a un importante número de aficionados que hicieron uso de sus vehículos para participar lo más directamente posible en el desarrollo del espectáculo, que contó para la ocasión con la suelta de dos novillos.

Fueron dos utreros, procedente de la ganadería Hermanos Bragado, que propiciaron momentos de bravura a lo largo de las dos horas que se prolongó el encierro.

El ambiente era festivo, después de una larga noche de diversión y algarabía. La mañana fue soleada, alrededor de veintidós grados marcaba el termómetro cuando estaba todo a punto para que diera comienzo el encierro. En el pago se congregaron los mozos dispuestos a disfrutar de una mañana de tauromaquia. Cerca de 100 caballistas, según algunos presentes, y centenares de personas subidas a sus vehículos de motor o a los remolques esperaban impacientes al primero de los astados, soltado a la escena con puntualidad, a las 10.00 horas. Solo cinco minutos después descendía del camión el segundo astado. Los toros, de tres años de edad, tuvieron un buen comportamiento. Su corpulenta presencia causó un profundo respeto en el conjunto de los caballistas y también los aficionados subidos a los todoterrenos y coches respetaron las reglas que exigen guardar una distancia para evitar riesgos y peligros. El encierro campero pasa a la historia sin apenas incidencias, tan solo un toro que de forma fortuita impactó frente a un vehículo.

Los aficionados taurinos disfrutaron la noche anterior de un encierro urbano, iniciado a las 22.30 horas y contó con la presencia de numerosas personas. Antes, durante el transcurso de la tarde, los más pequeños disfrutaron de un encierro infantil compuesto por carretas.

Una hora después del término del encierro campero, tuvo lugar la Santa Misa en honor a la patrona, y a continuación los vecinos de Moraleja disfrutaron del Vermuth. En el transcurso de la tarde de ayer se desarrolló la exhibición de salsa y se celebró la entrega de premios a todos las ganadores de las actividades realizadas durante la semana. Por la noche todos los habitantes de Moraleja tuvieron la oportunidad de disfrutar de una cena de convivencia en la Plaza Mayor del pueblo. Por último, para despedir las fiestas de la Magdalena 2016, el cielo nocturno de Moraleja estuvo iluminado con fuegos artificiales y la velada fue amenizada con la disco móvil La Alquimia.