Una placa en el domicilio de la Plaza Mayor de Fermoselle, donde vivió, inmortaliza desde ayer la memoria de Hermenegildo Píriz Nieto, Gildo para todo el mundo. Quien fuera alcalde y concejal de la villa de Los Arribes -más de 30 años ligado al Ayuntamiento- recibe el tributo de sus vecinos cuatro meses después de su muerte.

El acto tuvo lugar en el salón de actos municipal, su segunda casa durante todo el tiempo que formó parte de las corporaciones municipales.

Una trayectoria que se encargó de trazar el actual regidor fermosellano, Alejandro Fermoselle, quien destacó cómo Gildo "luchó por conseguir los mayores logros para su pueblo, como fue, junto a otro grupo de personas, la construcción de la residencia de ancianos Conchita Regojo, entre otras muchas realizaciones". O "su predisposición para atender y resolver los problemas de sus vecinos, sin escatimar esfuerzos ni sacrificios a cualquier hora del día o de la noche".

El acto, en un salón de plenos abarrotado de fermosellanos, había comenzado con un minuto de silencio en recuerdo de Píriz Nieto. Allí estaban sus hijos y nietos, emocionados con este tributo a una persona que no pasó desapercibida a nadie. "Estaba siempre al lado de sus vecinos para intentar resolver sus problemas" evocó Alejandro Fermoselle.

"Grandísimo taurino"

A las puertas de las fiestas del pueblo, el alcalde confesó que la ausencia de Gildo se va a notar, siendo como era el edil desaparecido un "grandísimo taurino que siempre daba los mejores consejos y aportaba su sabiduría para que todo saliera bien". Fermoselle confesó que los toros "ya no serán lo mismo sin su presencia en la plaza".

Su nieta M.ª del Carmen fue la encargada de hablar en nombre de la familia para agradecer el reconocimiento a su abuelo y destacar los valores que siempre acompañaron a un fermosellano que ya ha pasado a formar parte de la historia de su pueblo.

En el acto celebrado en el Ayuntamiento aportó también su granito de arena Florencio José Montero, con una poesía dedicada a Gildo.