Los paisajes de penillanura de Peleas de Abajo y los oficios de los labradores ligados a la recogida de las mieses en el siglo pasado motivaron los primeros movimientos artísticos del pintor Antonio Pedrero, pregonero ayer de las fiestas de las Virgen del Carmen, que convirtió su proclama en un canto a la infancia y los recuerdos familiares vinculados al pueblo, sobre todo en la figura de su madre, Carmen Yéboles Garrote, nacida en 1903 en esta localidad.

"No fue por casualidad que aquí, en Peleas de Abajo, donde batallaban moros y cristianos, naciera mi madre, Carmen Yéboles Garrote, fallecida en 1999, hija de Concepción, aquí enterrada, y de Francisco, peleína de pleno derecho. Mujer trabajadora y abnegada madre hasta lo indecible, para quien las horas y los días no existían si no eran para el bien de sus cinco hijos y para todo aquel que se acercaba a pedir ayuda, pues a su lado el hambre nunca existió para nadie en los tiempos duros de la Postguerra y posteriores. Aquel lugar, nuestra casa, se llamó "La Golondrina", un bar-restaurante de tan buen recuerdo para tantos zamoranos".

Y fueron las evocaciones de su raíces, la infancia, las que permitieron hilar el pregón al artista. A Peleas era el destino de su primer viaje en autobús, "las estancias en casa de mi tía Manuela, en los veranos de los años 40 y 50, con mis primos trabajando y trillando en la era al pie del Arroyo de Valparaíso en el que nos cogían cangrejos a mano entre las espadañas para que jugáramos nosotros en la hierba y a la sombra del Soto".

En la Tierra del Vino era "donde yo dibujaba en la mañana de un acarreo la siega o el carro de mulas descansando de la faena. Aquí empecé a ejercitarme en el mundo del dibujo y de la pintura, arte plástico al que estoy ligado desde el tuétano con mi padre Virgilio Pedrero".

Y por supuesto, durante la emotiva proclama, Pedrero expresó su devoción por la Virgen del Carmen y animó a los peleínos al disfrute festivo "que todo nuestro espacio humano y temporal se torne alegre, jocoso, divertido, en rotundo y pleno tiempo de felicidad para el buen nombre de Peleas de Abajo. Para que un año más haga honor a su excelsa y querida Patrona, la Virgen del Carmen, siempre marinera que aquí navega sobre los trigos y que se mueven cuando en sazón los agita el viento promoviendo el "concierto de espiga contra espiga", que bien dice nuestro poeta Claudio".

Los campaneros y sus toques inauguraban el día grande en Peleas, al igual que la misa y la procesión que precedían al pregón en una jornada en la que también hubo tiempo para la canción española y la verbena popular que ponía el broche de oro al 16 de julio. Hoy, a partir de las nueve, el grupo de teatro aficionado local pone en escena la obra de Carlos Llopis "Más acá del más allá" en la Panera.