Los columpios del parque infantil de Anta de Rioconejos están listos para que los más pequeños disfruten todo el verano. El problema es que han tenido que ser los propios niños, padres y abuelos los encargados de ponerlos al día. El abandono del Ayuntamiento de Rosinos respecto a la conservación del mobiliario público se resume en la nula atención a la zona infantil localizada en el paraje de la Era. Media docena de niños ayudaron a los mayores a pintar con los espray de colores los columpios y toboganes. Desde hace tres años son los vecinos y veraneantes los que se preocupan de que las instalaciones estén en las mejores condiciones posibles para evitar accidentes en los columpios de hierro.

Estos aparatos han cumplido sobradamente su vida útil, ya que los vecinos discuten si se instalaron hace 35 o 40 años. En cualquier caso, como llevan más de tres décadas en pie, los vecinos reclaman una mayor atención, básicamente porque es el punto preferido de todos los más pequeños para jugar. Durante todo el año reside una niña en el pueblo de Anta, y durante los fines de semana se acercan desde la capital otras familias vinculadas al pueblo.

Hace tres años los padres decidieron velar por la seguridad de sus hijos y remangarse para adecentar los columpios, todo ello después de solicitar al Ayuntamiento de Rosinos que se preocupara por el área infantil. La desatención en el mantenimiento municipal no es por falta de presupuesto, sino por otro tipo de razones que los vecinos no alcanzan a entender.

Hasta en la campaña electoral algún vecino le pidió a la Alcaldía atender el parque infantil, aunque ese deseo todavía no se ha plasmado en la realidad. Los padres han solicitado por escrito al Ayuntamiento las pertinentes mejoras de la zona donde juegan los niños. Sin respuesta.

Lo que no está en discusión en estos momentos es la falta de homologación y seguridad de los aparatos de la zona infantil, por la dureza de sus materiales.