La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León iniciaba el viernes la temporada de peligro alto de incendios que llevará consigo, durante 92 días, hasta el 30 de septiembre, numerosas prohibiciones para evitar la creación de fuegos.

Destaca la prohibición expresa de utilización de maquinaria y equipos en montes y en los terrenos rústicos situados en una franja de 400 metros alrededor de ellos "cuyo funcionamiento genere fuego, deflagración, chispas o descargas eléctricas, tales como sopletes, soldadores, radiales o antorchas de goteo". Los agricultores, obviamente tienen que cosechar ahora, por lo cual existe la excepción que les permite la utilización de cosechadoras dotadas de matachispas, no obstante, la cosecha tiene que cesar "cuando la temperatura sea superior a los 30 grados y la velocidad del viento supere los 30 kilómetros por hora". Siempre se deben cumplir las medidas preventivas y de seguridad ante el riesgo de incendios forestales, en particular tener a mano medios de extinción y personal suficientes para controlar los conatos que se puedan originar.

Estamos en un año que ha sido de intensas lluvias, por lo que según los agentes forestales "praderas y montes cuentan con mucha hierba, a veces de más de un metro de altura, lo cual ahora, al secarse, incrementa el riesgo de que se originen fuegos, pero lo peor puede llegar una vez producidos, pues la abundancia de maleza contribuirá a su propagación.