Vecinos de los pueblos que cruza el río Frío (Sarracín, Riofrío, Valer y Gallegos) han mostrado a sus representantes municipales su deseo de que tramiten ante la Consejería de Medio Ambiente un permiso especial a los residentes para la pesca del cangrejo señal y americano como aliciente gastronómico y para evitar que se conviertan en una plaga. En 2014 se permitió por primera vez su pesca, pero ya en 2015, quedó prohibida en este río, de Ferreras a la desembocadura, al ser declarado como coto intensivo para preservar las truchas.