La apicultura trashumante mueve en la provincia de Zamora un negocio de la miel que supera los 12 millones de euros anuales según las estimaciones de las Asociaciones Apícolas, que calculan en más de 300.000 las colmenas asentadas por parte de titulares salmantinos, cacereños y valencianos, principalmente. Una cantidad de núcleos que "seguramente es superior" al decir de Carlos Navarro, padre de Jorge Navarro, que ha perdido en los pasados días 527 colmenas por un supuesto sabotaje ocasionado en sus colmenares de San Vitero ejecutado, según las sospechas, por apicultores opuestos al sector movilista.

El apicultor de San Vitero y vicepresidente de la Asociación de Apicultores Alistanos, José María Mezquita, expresó ayer que "se solicitará una investigación de la mortandad ocurrida en el término", además de mostrar su malestar porque, según manifiesta, se les califica "de salvajes" por personas que se han hecho eco del desastre denunciado.

"¿Están todas muertas?, ¿están enfermas de varroa o loque?, ¿se mueren por el traslado?, ¿quién cerró las piqueras?, ¿Están desabejadas las colmenas?". Son algunas de las cuestiones que se plantea. "Ahora buscaremos apicultores de fuera y, con la Guardia Civil, queremos comprobar lo verdaderamente ocurrido". "Quién mate las colmenas que le metan en la cárcel porque no tenemos que ser calumniados por ahí. Yo nunca mataré un colmenar" subraya Mezquita. Critica, no obstante, la presencia de colmenares trashumantes que no se avienen a tener en cuenta ordenanzas locales ni distancias con los asentamientos de los apicultores del lugar.

"En el pueblo hay gente que se quiere dedicar a la apicultura, pero van y les colocan estos colmenares en las cercanías. La gente se piensa que sólo las vacas y otros grandes animales comen, pero las abejas también aprovechan la floración. Hemos tenido que crear una Asociación para defender nuestros intereses. Para asentar colmenas debe comunicarse a la Unidad Veterinaria y también al Ayuntamiento. Hay unas distancias que cumplir y no hay que incumplir la ley. Hay colmenares que no se quitan, se convierten en estantes siendo trashumantes. Tienen una multa de 180 euros y por eso no se quitan". Respecto al descalabro apícola denunciado en San Vitero afirma que "es coincidencia que después de que el lunes se comunicara al Seprona de Villardeciervos la instalación de las colmenas, se mataran el jueves, cuando aprietan las tuercas y puede que haya que levantarlas y llevarlas a otro sitio".

Carlos Navarro, por su parte, señala que "los apicultores que cobran subvención tienen que dar una coordenada del asentamiento, el resto solo con la notificación al Ayuntamiento vale". Afirma que "hay señores que ponen tres colmenas, dan las coordenadas y se sienten dueños del asentamiento, pero nosotros estábamos antes que nadie".

"Hay una montada muy gorda y la Administración debería tomar cartas en el asunto" manifiesta Navarro. También tiene sus preguntas relativas "a cobros municipales por instalaciones en fincas privadas y sobre la comercialización ilegal de la miel en tarros que se venden a seis o siete euros". "El que me pagan 2,10 euros por kilo tiene mi producción" manifiesta.

Los múltiples problemas que vive el sector será el lunes objeto de una reunión en Salamanca.