Todos a una, los vecinos de Arcenillas no dudaron en salir de sus casas y colaborar con los servicios de extinción de incendios de la Junta de Castilla y León para contener el fuego que amenazaba a la localidad, surgido sobre las tres y cuarto de la tarde de ayer a menos de 300 metros de las primeras viviendas, y que afortunadamente quedó en un susto. La rápida intervención de los efectivos de Villaralbo logró reducir en pocos minutos las llamas que "avanzaban a un ritmo rapidísimo", según testigos presenciales, por los campos cultivados de cereales que en esta época del año "son como un polvorín".

Un retén de bomberos de Zamora, la cuadrilla de forestales y el helicóptero llegado del pueblo vecino, que realizó hasta tres viajes al Duero para cargar agua, acabaron con las llamas en cuestión de minutos cuando ya se había quemado casi una hectárea de terreno. A su labor hay que unir la de un agricultor de la localidad que se presentó con sus arados para abrir un cortafuego en las parcelas hacia las que se propagaba el fuego, frenando su avance.

Cortafuegos

Cabe destacar que el paraje donde surgió el incendio, Barroblanca o "la zona de las cerámicas", como lo conocen los arcenilleses, está rodeado por tres de sus costados de carreteras que también ayudaron a contener las llamas, la vía de acceso al pueblo, el camino de Morales y la autonómica que une Zamora con Fuentesaúco. El Ayuntamiento de Arcenillas había desbrozado este año las cunetas de las carreteras del municipio para evitar la propagación de incendios, "el campo está muy seco, si el fuego llega a cruzar la carretera quién sabe qué hubiera pasado", declara Florencio Martín, concejal del equipo de Gobierno de Arcenillas que estuvo al pie de las labores de extinción. El edil quiere agradecer "la rápida reacción y la eficacia" de los especialistas de la lucha contra incendios.

El humo era visible desde localidades vecinas como Moraleja, e impedía la normal circulación por la carretera CL-605, por lo que también acudió al lugar del incendio la Guardia Civil de Zamora para regular el tráfico.

En cuanto a sus causas, se barajan varias hipótesis, pero el hecho de que el fuego surgiera pegado a la carretera hace pensar que podría haber sido una colilla tirada desde un coche. Se ha descartado que el fuego surgiera como consecuencia de labores agrícolas porque el campo estaba todavía sin segar y no había ninguna máquina trabajando en el entorno.

Este es el primer fuego del verano en la provincia, en un año que se prevé de especial riesgo para los incendios forestales debido al invierno y la primavera lluviosa que lo preceden, pues las abundantes precipitaciones han facilitado que la vegetación crezca en los montes más de lo habitual, lo que con un verano seco y caluroso es una peligrosa combinación. Por eso la Junta de Castilla y León ha reforzado sus efectivos en la provincia con dos cuadrillas nocturnas que se ubicarán en Rosinos y Villardeciervos, y otra más en el Centro Temático del Lobo Ibérico de Robledo.