El albergue de Tábara, magníficamente gestionado por el hospitalero José Almeida Rodríguez, ha procedido a tomar medidas para garantizar la confortable estancia de los peregrinos que por tierras tabaresas y por el Camino Sanabrés de la Ruta de la Plata van desde Andalucía hasta Santiago de Compostela. Con la llegada del buen tiempo "vemos como se van introduciendo cada vez más elementos indeseables que llegan a convertirse en el pánico para los peregrinos y para los hospitaleros", asegura el responsable.

Son los temibles chinches, una plaga, según Almeida, que "parece imposible de erradicar y a la que deberían dedicar más tiempo las autoridades de las Administraciones públicas en lugar de destinar buena parte de los recursos que se utilizan para mantener unas señalizaciones bonitas en el camino. Creo que tendría que dedicarse más esfuerzo para su extinción porque al final no se sabe bien qué protocolos hay que seguir para evitar que vayan infectando los diferentes lugares de camino en donde pernoctan los peregrinos".

El albergue de Tábara, una vez más, ha tomado la iniciativa y ha adquirido e instalado unas modernas fundas para los colchones y almohadas que son hidrófugas y aislan sus interiores, estando confeccionadas con un tejido de punto100%, son impermeables, transpirables e ignífugas. Asevera el hospitalero José Almeida que "varios albergues estamos instalando este tipo de protección y si al final evitamos que los chinches se instalen en nuestros albergues y contribuimos a evitar la propagación por los siguientes, la inversión que se hace en este tipo de productos será de las mejores que se puedan hacer en las instalaciones en las que somos responsables".