"Estamos como en la Edad de Piedra". Han pasado casi dos horas desde que este gestor administrativo subió hasta a novena planta del edificio de la Junta con el fin de inscribir en el Registro de Maquinaria Agrícola los vehículos de varios clientes. Él ya sabe cómo va el sistema. "¿Ves ese plástico de ahí?, pues te apuntas. Si hay suerte y no se ha cubierto el "cupo" de 15 trámites te toca hoy, sino a casa".

Por su oficio el profesional ya cuenta con pasar "casi media mañana aquí, como si no tuviéramos más cosas que hacer". Y todo por un sistema de atención al público "de república bananera". La cuestión es que una sola funcionaria en Zamora (a la que desde luego no culpan) asume la gestión del llamado programa ROMA (Registro Oficial de Maquinaria Agrícola), que como bien indica su nombre obliga a los agricultores y ganaderos a inscribir la maquinaria agrícola.

El sistema establecido en Zamora consiste en apuntarse en una hoja colocada a la puerta de la oficina por orden de llegada de los demandantes y hasta un máximo de 15 inscripciones. Cubierto ese número ya no es posible conseguir cita ese día, de modo que no son pocos los agricultores y gestores administrativos que se han visto obligados a irse de vacío. Porque en la lista en cuestión hay que apuntar las tramitaciones individuales, de forma que si un gestor lleva cinco o seis trámites ya ha ocupado casi la mitad de la lista.

"Puede ocurrir que con dos que vengamos una mañana con siete clientes cada uno ya no hay nada que hacer" explica uno de los profesionales mientras espera su turno en el pasillo de la novena planta, del Servicio de Sanidad y Producción Vegetal. Le ha ocurrido en más de una ocasión a Carmen Sastre, gestora de Benavente, que se ha pegado un buen madrugón para estar antes de las 9 en la Junta "y algún día me he encontrado con que ya había varias personas apuntadas. Pone el horario a las nueve y resulta que ya hay gente en la lista porque igual apuntan a un amigo y al amigo del amigo. Una vez he llegado a las nueve menos cuarto y ya era la décima".

Tras las quejas, durante un tiempo se ha conseguido que la lista no se coloque antes de las 9, pero parece que se ha vuelto a las andadas.

Lo peor, cuenta esta profesional "es el mal ambiente que se crea, la gente se mosquea y ha habido malos rollos hasta entre compañeros. No puede ser" lamenta Sastre. No hace muchos días ocurrió la última bronca cuando un agricultor llegó antes de las 9 y le retuvieron abajo porque no era la hora. Antes había pasado una profesional, sin que nadie le impidiera el paso, y consiguió plaza antes que el otro señor. Cuando éste la vio arriba "se mosqueó y se puso como loco diciendo que a él no le habían dejado subir. Le tuve que dejar pasar para no tener líos". Para Sastre "la situación es insostenible, la gente ya va crispada a trabajar. No podemos ir todas las mañanas a probar suerte a ver si entras en el "cupo" y que si llegamos, a unos nos dejen pasar y a otros no".

El problema ha llegado a tal nivel de tensión que los gestores administrativos han intervenido a través del Colegio Oficial, que ha tomado cartas en el asunto. Su presidente, Miguel Pertejo, ha ido personalmente a la Junta en cuatro ocasiones y hasta la quinta no consiguió hablar con una responsable. Lo más a lo que se han comprometido es a intentar aumentar el personal, pero hasta ayer no se había tomado ninguna medida.

Los gestores proponen soluciones, como que se implante el sistema de cita previa (tan generalizado), o que en la lista de quince tramitaciones diarias haya posibilidad de apuntarse para otro día. O el mismo método que utilizan estos profesionales en la Jefatura de Tráfico o la Tesorería de la Seguridad Social, donde dejan las carpetas con todos los papeles preparadas y después los recogen con el visto bueno. Esto último ha quedado a la espera de que lo estudien los asesores jurídicos de la Junta. Entre tanto, sigue colgado el folio con un bolígrafo a la puerta del despacho del ROMA con la inscripción "Soliciten turno a su llegada, gracias".