El inminente inicio de la siega coincide con la época de peligro alto de incendios, riesgo que se extrema sobre todo los días que se superen los 30 grados y la velocidad de viento de más de 30 kilómetros. Por ello desde la Junta se llama a la "máxima precaución" en las labores agrícolas y recolección de cosecha. Y para ello se ha editado un tríptico específico con recomendaciones, obligaciones y maneras de evitar incendios cuando las cosechadoras entran en las parcelas, dirigidas tanto a los agricultores como a los maquinistas.

Además, durante la época de peligro alto, el consejero de Medio Ambiente ha insistido en las recomendaciones habituales de prohibición de hacer hogueras fuera de los lugares autorizados, atención en labores de apicultura en días de viento y precaución en la utilización de herramientas que generan chispas en el medio natural o agrícola.

En la tarea de sensibilización, la Junta recuerda las consecuencias legales que tienen los incendios para sus autores o partícipes. Penas de hasta 20 años de prisión sin que llegue a producirse la muerte o lesión de ninguna persona, sólo con el peligro de que así haya sido, consecuencias de carácter medioambiental, responsabilidades por daños y gastos de extinción. En el ámbito agroambiental destaca la suspensión durante cinco años de los aprovechamientos ganaderos o cinegéticos de los montes incendiados y la reducción o anulación de los pagos directos por quemas incontroladas o no autorizadas.