"Un encierro de diez". La sensación era ayer unánime en Guarrate tras la celebración del segundo espante del fin de semana que situó ayer al pueblo en la capital taurina de La Guareña; se puede decir que de toda la provincia. Aficionados llegados de toda la comarca, de la aledaña Tierra del Vino, de la propia capital o de las provincias de Salamanca y Valladolid no quisieron perderse el festejo taurino.

Y no se arrepintieron porque en general salieron más que satisfechos con el juego ofrecido por los tres novillos, "de bravura y peso", soltados en una pradera abarrotada de público, sin un hueco en el puente, muros y talanqueras.

Y en el prado, más de doscientos caballistas para disfrutar del encierro en una mañana luminosa y fresquita que recibió a la afición desde una hora antes del inicio del espectáculo para asegurarse un buen sitio alrededor de la pradera de Trambasaguas.

El público disfrutó con un encierro vibrante, con los toros protagonizaron subidas espectaculares entre el tropel de jinetes. Uno de los caballos recibió un pequeño pinchazo sin consecuencias. Y el "respetable" también quedó encantando con los novillos, entrando al trapo de los jóvenes lanzados al ruedo y protagonizando vistosos cortes aplaudidos con el "olé".

Para rematar bien los tres novillos entraron a la plaza y dos de ellos continuaron las carreras por las calles con otras tres vacas y un tercer toro. Un festejo que dejó buen sabor de boca entre guarratinos y forasteros como certifica el aficionado local Juan Pascual; "la gente se ha ido muy contenta".

También resultó "muy bien" el concurso de cortes de la madrugada del sábado al domingo con la participación de doce jóvenes cortadores, entre ellos los hermanos Iván y Luis Gómez, de Guarrate (este último debutante en su pueblo). Fue un concurso "de nivel" en opinión de Pascual, donde los locales recibieron el aplauso de los suyos. Los tres ganadores fueron por este orden: Eusebio Sacristán (La Seca), Oliver García (Íscar) y Pablo García (Guadalajara).