El Teatro Municipal de Fuentesaúco ha sido el escenario de la clausura del curso de la Escuela de Folclore La Guareña. Para la ocasión los monitores directores de esta actividad, Mario y Daniel Pascual decidieron hacer un acto a lo grande en el que se pudieran visualizar de manera pública los resultados de esta actividad tras ocho meses de aprendizaje.

Además, para darle más lustre al acto invitaron a participar en él a dos reconocidas figuras del folklore zamorano como son Alberto Jambrina y Pablo Madrid, del Consorcio de fomento Musical de Zamora del que depende la escuela de La Guareña, y que deleitaron al público con una auténtica exhibición de la riqueza musical del folklore, tanto por la diversidad de instrumentos que subieron al escenario como por las diferentes composiciones interpretadas.

El acto de clausura se inició con un pasacalles musical que condujo desde la Plaza de Santa María hasta la Plaza Mayor, donde además el grupo de danzas se animó a bailar algunos temas tradicionales, para terminar en el teatro donde tuvo lugar la ceremonia final.

Iniciativa ambiciosa

Dicha ceremonia se convirtió en una completa exhibición por parte de los incipientes músicos y folcloristas de la comarca de las enseñanzas recibidas en las distintas especialidades que se imparten a lo largo del curso. Un total de 50 alumnos y alumnas pasaron por el escenario para mostrar sus destrezas con los diferentes instrumentos o danzas. Además hay que destacar que la formación musical y folclórica de varios de ellos es muy ambiciosa ya que están inscritos en varias actividades como lo demuestra que haya un total de 70 matrículas.

En la actualidad esta escuela de foclore imparte un importante abanico de enseñanzas musicales. Destacan la dulzaina y el tamboril, pero también se imparte flauta y tambor y otras percusiones como el pandero. Además la escuela ha conseguido consolidar las enseñanzas de baile tradicional, en el que, de momento, solo se integran mujeres y que cuenta con dos grupo de danzarinas uno de niñas y otro de adultas que llevan ya varios cursos participando y lo demostraron por las tablas que han adquirido. Otro aspecto a valorar es que su dimensión comarcal se ha ido consolidando y a ella acuden alumnos y alumnas de varias localidades como Cañizal, Argugillo, Villamor de los Escuderos, Fuentelapeña además del propio Fuentesaúco donde se desarrolla actividad.

Todos ellos pasaron por el escenario del teatro saucano haciendo disfrutar al numeroso público asistente que pudo comprobar cómo poco a poco la tradición folklórica va arraigando en la comarca y que dada la temprana edad de la mayoría de los alumnos de esta escuela todo parece indicar que tiene futuro.