Los trabajos de 12 alumnos del taller de Cerámica Creativa de Irene Peláez se han presentado este fin de semana en la sala de exposiciones del Castillo de Puebla de Sanabria. Una amplia variedad de piezas dejan constancia de la creatividad de los alumnos con la experiencia y el oficio de Irene Peláez a la hora de ejecutar las ideas. Barro, horno y esmalte son las claves de este trabajo artesano que produce piezas únicas y diferenciadas. El barro es un material muy sencillo, fácil de trabajar y muy agradecido a la hora de obtener el resultado final.

La mayor parte de las obras se modelan a mano, el torno es "una herramienta de trabajo" que necesita muchas horas de práctica pero que limita las formas. Desde figuras, a máscaras, pasando por formas zoomórficas, cada alumno ha pensado lo que quería hacer y lo ha traslado al barro. "Hay gente que tiene el "don" pero no es necesario tener una habilidad especial" señala Irene Peláez, que aprendió el oficio en Andalucía, en Lebrija, tierra de alfareros y ceramistas. Desde hace 15 años lleva un taller de cerámica en Puebla por el que han pasado alumnos de todas las edades.

El barro además de proporcionar objetos materiales, proporciona satisfacciones inmateriales como desestresarse del trabajo o las responsabilidades. Irene destaca el buen ambiente que se crea en el taller.