La villa de Alcañices ha vivido tres días de intensísima actividad y gentío con la llegada de decenas de aficionados de España y Portugal que han participado en la fiesta motera, un encuentro promovido por los hosteleros de la localidad y apoyado por el Ayuntamiento, que tuvo como mayor atractivo las acrobacias del portugués Arrepiado, quien ofreció tres exhibiciones diferentes deleitando a los jóvenes de la villa y a todos los visitantes con sus piruetas sobre sus motos y quads.

La fiesta comenzaba el viernes en la calle Hospital, para calentar motores con la discoteca móvil Gramola y un streaptease integral en el descanso, y aunque la noche estuvo fresquita, hubo mucha gente que disfrutó de la música de ayer y de hoy.

El sábado se abrían las inscripciones y esa noche, según el representante de los hosteleros de Alcañices y coordinador del evento, Francisco Blanco, se habían apuntado 67 participantes a las diferentes actividades. En la tarde del sábado Arrepiado calentó al público entre aplausos y vítores, como si de un torero se tratara. El luso congregó, según el coordinador de Protección Civil, Luciano Rego, hasta 220 motos llegadas de diferentes lugares, casi un cuarto de ellas de Portugal. Esa noche la antorchada iluminó las principales calles de Alcañices antes de la verbena a cargo de Futuro. El segundo paseo a dos ruedas se celebró en la mañana del domingo. Después de comer, Arrepiado puso el broche de oro al fin de semana.