Las calles de la villa de Mombuey se llenaron ayer de colorido con el desfile de gigantes y cabezudos llegados desde todos los rincones de la provincia, para participar en un concurrido desfile de cerca de medio millar de personas.

Los gigantes sacaron sin mucho esfuerzo a los palanquinos de sus casas en una fiesta organizada por la asociación La Candonga y la Villa de Mombuey.

El IV Encuentro reunió a 25 gigantes y 60 cabezudos de Puebla, Otero de Bodas, Camarzana, Benavente, Corrales del Vino y Zamora que acompañaron a los anfitriones de Mombuey.

Cerca de un millar de personas, entre participantes y espectadores, disfrutaron de la fiesta, unos dentro del recorrido y otros contemplado el paseo de gigantes y cabezudos desde la Plazuela de Baldomero Gullón por toda la carretera y calles cercanas.

Pasacalles nocturno

Los grupos iniciaron la fiesta por las calles, el sábado al anochecer y a la luz de los faroles, con el desarrollo del primer pasacalles nocturno desde la calle la Iglesia, punto de reunión. Vecinos e invitados recorrieron entusiasmados los cuatro puntos cardinales de la villa palanquina animados por la música. El recorrido desde plaza de César Escudero hasta el Parque La Alameda desembocó en la fiesta templaria.

Estos modelos de altura exhibieron los más variados ropajes, desde los vendimiadores de la Tierra del Vino a Don Quijote de las tierras de Benavente o los Condes de Sanabria apellidados de Benavente.

Las estampas más reconocidas no podían ser otras que las de Mombuey, con su caballero templario a la cabeza acompañado de Doña María. Reyes de Camarzana y embajadores de Zamora se pasearon por las tierras de la Carballeda.

Mombuey se ha ganado por méritos propios el ser uno de los puntos de encuentro de las míticas figuras.