Cerca de 300 firmas son las que lleva recogidas la plataforma ciudadana que se ha creado para la defensa a ultranza del mercadillo de venta ambulante que desde hace 30 años se viene celebrando en Moraleja del Vino todos los viernes. Una cita comercial que ha sido regulada por el Ayuntamiento mediante una ordenanza que implica el pago de una tasa de 250 euros al año para aquellos vendedores que acudan regularmente a la plaza de Moraleja, y seis euros cada viernes para aquellos ambulantes esporádicos. El precio no ha sentado muy bien a estos comerciantes, como tampoco su presencia es aceptada por muchos empresarios de Moraleja del Vino que mantienen negocio abierto, especialmente aquellos de la rama de la alimentación, como pueden ser frutas, verduras o carne.

Han sido precisamente las tiendas locales las que se han movilizado por creer que es una competencia desleal, ya que ellos tienen que abonar todos los impuestos municipales, mientras los ambulantes hasta ahora se ponían gratis a ejercer su actividad. El argumento es el que defiende también la mayoría del Pleno y por eso aprobó la ordenanza que trata de regular la actividad aunque no impide su ejercicio a ningún ambulante. Sin embargo, un grupo de ciudadanos entienden que el mercadillo les presta un servicio comercial necesario. "Estamos en una sociedad de libre mercado y libre competencia donde el consumidor tiene derecho a elegir en función de la calidad y el precio", esgrimen desde la plataforma ciudadana. Las firmas, que comenzaron a recogerse el pasado 17 de mayo, serán entregadas durante la próxima semana en el Ayuntamiento. Los promotores piden una ordenanza "eficaz, imparcial y transparente, evitando las prácticas desleales que perjudiquen los intereses económicos de los consumidores". Se oponen concretamente a que se prohiba la venta de algunos productos, se cambie el día o se establezcan tasas abusivas.