Parece que ya fue ayer, pero ya han pasado más de veinte años desde que allá por 1995 nacía el grupo de acción local Adata. Atrás han quedado aciertos y errores, de todo, nadie lo duda, hubo y habrá, pero ante todo queda la mejor voluntad de quienes han dirigido sus destinos, con especial recuerdo para el gerente Germán Cerro Olmedo y su esposa Lola Moro, fallecidos en un trágico accidente de tráfico, o su primer presidente, Tomás Carrión Carrión.

Un día de 2008 llegaba Ildefonsa Salgado para presidir Adata, en silencio y con humildad, sin hacer ruido ni promesas imposibles, escuchando siempre, que no es lo mismo que oyendo, hablando cuando era necesario, como solo hacen las personas sabias. Nació en Coreses en 1994, su pasión eran los niños y la enseñanza y con la Licenciatura de Magisterio recién estrenada el destino le llevó a Tábara como maestra en 1964, tierra que le cautivo y allí volvió como funcionaria de Extensión Agraria, 32 años y conoció al amor de su vida y formó su familia, siendo alcaldesa de 1984 a 1992, Procuradora en Cortes y senadora, y lo que, aun pareciendo sencillo, es lo más importante: una vecina más. Es Ildefonsa una persona conciliadora y trabajadora a la vez que sencilla y sabia y de fiar. Muestra de ello es que Adata ha sido un grupo de acción local ejemplar, trabajando todos juntos, que no revueltos, por Aliste, Tábara y Alba, incluidos los técnicos Chema, Antonio y Mari, ahora. Antes Germán, Lola, Santi y Ana. Ildefonsa Salgado se va con la cabeza bien alta y alistanos, tabareses y albarinos satisfechos de su carisma y gestión. Gracias, Ildefonsa.