A pesar del tiempo lluvioso que afeaba el día de ayer no fueron pocos los devotos que no quisieron perderse una cita tan importante para Manganeses de la Lampreana como es la Fiesta de las Flores. En el paraje de Junciel, los estaribeles que normalmente se montan para dar sombra durante la romería sirvieron en esta ocasión a los romeros para refugiarse de la lluvia que pretendía "aguarles" la fiesta. Pero la comida casera, las pastas, el vino de la tierra y la música tradicional propiciaron una jornada casi tan animada como siempre. Los manganesinos aprovecharon también para contemplar el progreso de los chopos plantados por ellos mismos hace más de un año en este lugar.