La repoblación con pinos de montes alistanos realizado por el antiguo Patrimonio Forestal e Icona se inició tras la Guerra Civil con una media de 1.500 plantas por hectárea, algo excesivo, que se hacía entre otros motivos para garantizar la supervivencia de un mayor número de plantas. Aparte, según los expertos, al "estar más juntos, su tendencia a buscar la luz les hacía crecer más rápido y más rectos". Actualmente ya se plantan con cepellón lo cual garantiza su pervivencia y se ha disminuido ha 1.200 por hectárea. Lo ideal estaría en 900.