El biólogo Carlos Sanz, de 61 años, cuidador de los cánidos albergados en el Centro Temático del Lobo, de Robledo, resultó ayer herido de más que consideración por uno de los ejemplares cautivos en el recinto faunístico. Según ha confirmado la Junta, el lobo que le atacó se llama "Atila" y permanecerá dos semanas en cuarentena.

Los hechos sucedieron hacia las 11.30 horas y, tras ser atendido en el centro por personal sanitario desplazado del Centro de Salud de Puebla, rápidamente fue trasladado en helicóptero medicalizado al centro hospitalario de León.

Fuentes conocedoras del caso ponen de manifiesto que el cuidador fue atacado por un lobo al adentrarse en la jaula. De un modo completamente inesperado, el animal "se abalanzó" sobre él y, según fuentes cercanas, en el ataque le provocó mordeduras en la cabeza, en el cuello y en los brazos. Fueron unos momentos más que comprometidos en los que el cuidador consiguió liberarse del lobo gracias a la participación de la veterinaria del propio Centro del Lobo, que logró desprender al predador del cuidador. De hecho, el cuidador y la veterinaria son las únicas personas que acceden al lugar donde campean los lobos.

Ponen de manifiesto, además, que el lobo atacante es un macho que en estos momentos se encuentra con una manada entre las que está una hembra en avanzado estado de gestación y a punto de dar a luz nuevas crías.

El Servicio de Emergencias Castilla y León 112 fue alertada por personal del Centro y dio aviso del incidente a la Guardia Civil de Zamora y a Emergencias Sanitarias - Sacyl, que envió una UVI móvil y un helicóptero medicalizado. En León, Carlos Sanz fue dado de alta por la tarde.

Fuentes de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales achacan el comportamiento del animal "al nerviosismo" que presentaba ayer la manada a consecuencia "del sabotaje" provocado por personas desconocidas, que rompieron las vallas del cercado, e incluso de las jaulas de los lobos, para que escaparan campo a través hacia las zonas libres de la Reserva Regional de Caza de la Reserva de La Culebra.

La Junta de Castilla y León informó al mediodía de ayer que, "a primera hora del día de ayer (miércoles), el personal que trabaja en el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León detectó que se había practicado una abertura en uno de los vallados exteriores del Centro y en uno de los recintos interiores destinados al alojamiento de los lobos". Además, según ha confirmado Alberto Castro esta misma mañana, la rotura del vallado se produjo en el "único punto negro del vallado en el que no hay cámaras".

Además de la rotura realizada en los vallados, según la Junta, "también se abrieron las puertas interiores de los recintos con la intención de facilitar el escape de los cánidos, lo que sin duda les hubiera conducido a una muerte segura por inanición o por parte de sus congéneres salvajes, que no admitirían la intromisión de estos ejemplares en su territorio".

Pone de manifiesto que "los hechos ya están siendo investigados por la Guardia Civil, previa denuncia interpuesta al efecto, y, según los primeros indicios, parece que los actos vandálicos han sido realizados por personas que pretendían la huida de los lobos, demostrando un desconocimiento absoluto de la especie y del manejo y atención especializada que reciben estos animales en el Centro para garantizar su adecuado estado de salud y bienestar". Destaca la Junta que "se trata de animales nacidos en cautividad e incapaces de valerse por sí mismos, que viven integrados en manadas y que diariamente son sometidos a juegos y otras actividades de enriquecimiento ambiental, como el traslado de recintos, para estimular sus patrones de conducta natural y social".

Para la Junta de Castilla y León "los hechos suponen una grave amenaza a un proyecto único que pretende dar a conocer, divulgar y romper falsos mitos sobre la figura del lobo, poniendo en peligro además una iniciativa ambiental que está suponiendo un importante revulsivo socioeconómico para Puebla de Sanabria, la Sierra de la Culebra y las comarcas aledañas, ya que hasta la fecha han sido más de 16.000 personas las que han visitado el Centro".

Subraya que "esta grave irresponsabilidad ocasionó que uno de los lobos consiguiera salir del recinto vallado interior. Fue localizado fuertemente estresado, y gracias al instinto de permanencia en manada y a la rápida intervención del personal del Centro, se reintegró sin mayores problemas con el resto del grupo".

La Junta sostiene que "este acto vandálico no ha conseguido el objetivo y los ejemplares de lobo permanecen en el Centro y en unas condiciones óptimas, garantizadas por un gran equipo de trabajo que sigue velando por el bienestar de las manadas y la conservación del lobo ibérico".

Nada se desveló ayer sobre los posibles autores de esta acción, criticada no solo por la Administración, también por los agentes medioambientales y por los naturalistas. Agentes medioambientales ponen de relieve que esta operación vandálica "tiene visos de ser un atentado de terrorismo ambiental en toda regla".

Hacen hincapié en que "el Centro del Lobo de Robledo es un centro emblemático".

Carlos Sanz lleva las riendas del cuidado de los lobos que alientan el Centro Temático de Robledo desde el primer día. Fue inaugurado en octubre del pasado año y, desde los inicios, despertó el interés social, de gentes de todas las edades deseosas de ver de cerca a un animal legendario.

"No se comen a nadie" alertaba Sanz en una de las visitas, mientras alimentaba a los lobos "troquelados" pertrechado con unos guantes para no mancharse, más que por precaución de recibir un mordisco. Los lobos "toman el alimento con mucho cuidado, incluso más que algún perro", afirmaba el experto. En el Centro del Lobo se cuenta, entre el material disponible, "con un traje de protección y una pistola para aturdir" a los animales, pero son equipamientos que no vienen manejándose a la hora de alimentar a los cánidos.

El biólogo Javier Talegón aseguró ayer, respecto al ataque, que "los lobos salvajes nunca atacan al hombre y siempre escapan. Otra cosa son las condiciones en que estén en cautividad, donde pueden estar bajo estrés por alguna circunstancia" que debe aclararse.