El Ministerio Público pide sentencia absolutoria para Luis María Salado, militante del Partido Popular y jefe de gabinete del presidente del Consejo Consultivo de Castilla y León (Mario Amilivia), de las amenazas denunciadas por el alcalde socialista de Castroverde de Campos, Cecilio Lera. El regidor recibió en la madrugada del 14 de julio de 2014, en el teléfono de su casa, una llamada de un número oculto que, según la investigación de la Guardia Civil, procedía de un móvil perteneciente al Consultivo y que utilizaba Salado. En la llamada, aseguraba el socialista en la denuncia interpuesta ante la Benemérita en 2014, recibió todo tipo de insultos y amenazas por parte de una persona anónima.

La fiscal considera, tras la vista oral celebrada ayer en el Juzgado de Villalpando, que no queda probado el contenido de la conversación telefónica mantenida entre Lera y Salado en la noche de los hechos. Durante su declaración, el popular reconoció haber llamado al alcalde de Castroverde -su pueblo natal-, pero negó haberle amenazado y asegura que de hecho fue este quien profirió insultos diciéndole "fascista" y que "representas la parte más negra de la historia de España", aunque Lera, por su parte, desconocería quién era el autor de la llamada, según declaró en su denuncia ante la Guardia Civil en julio de 2014. El denunciado afirmó que se identificó para pedirle que "dejara a mi familia en paz", después de haber escuchado en una cena con compañeros del PP que Lera hablaba mal de él y de su padre.

La parte demandante, que pide 1.200 euros de multa para Salado por una falta de coacciones, argumenta que su mala intención se demuestra tanto por la hora de la llamada como por la ocultación deliberada del número, así como por el hecho de que tras ser denunciado el popular llamara a la casa del socialista para pedirle perdón, según atestiguó uno de los hijos de Lera, quien contestó esa segunda llamada, y que afirmó en el juicio que Salado "estaba preocupado por su jubilación" si el caso se hacía público. El popular también se habría puesto en contacto, en el verano de 2014, con el socialista Jesús Quijano, miembro del Consejo Consultivo y amigo tanto de él como de Lera, para que mediara entre ambos "y le explicara a Cecilio que la llamada no tenía que ver con su puesto en el Consejo", tal y como declaró ayer el propio Quijano, llamado como testigo por la parte demandante.

"Larga enemistad"

Si algo quedó patente es que la enemistad entre Lera y Salado viene de largo. El alcalde mantiene que lleva 37 años recibiendo llamadas de teléfono amenazantes por las noches, y ahora cree que todas provenían del popular "que no aguanta que su pueblo tenga un alcalde socialista, siempre ha confeccionado listas del PP contra mi y siempre he ganado", y que su odio se remonta a los años 70 "cuando el padre de Salado era secretario del Ayuntamiento de Castroverde". Sin embargo, Lera solo denunció la llamada del 14 julio de 2014 y ahora la jueza decidirá si Salado incurrió en una falta.