Aunque aún falta mes y medio para que comience la recolección de cereales en Castilla y León y todavía es muy pronto para hacer previsiones fundadas sobre rendimientos, la campaña se presenta con una expectativas inmejorables gracias a las abundantes lluvias de primavera y solo una ola de calor podría dar al traste con una "muy buena" cosecha que se situará por encima de la media.

Lo bien presentada que se encuentra la cosecha también se corrobora en el último boletín de predicción de cosecha de la Consejería de Agricultura y Ganadería, correspondiente a este mes, que recoge ya unos rendimientos de trigo y cebada por encima de la media de los 30 últimos años.

En el caso de la cebada, el rendimiento previsible es de 3.542 kilos por hectárea, un 24 por ciento superior a la media de los 30 últimos años se situó en 2.854. En Zamora la previsión es de 3.565 kilos por hectárea, un 31% superior a la media de las últimas tres décadas.

En trigo el rendimiento podría situarse en 3.856 kilos por hectárea, un 19 por ciento más que la media, y más de 1.200 kilos por encima de los 2.583 de la pasada cosecha en el conjunto de Castilla y León. Trasladado a Zamora la previsión es de 3.655 kilos por hectárea, un 27 por ciento más que la media de los últimos 30 años.

Pero si en contra de lo que es normal los agricultores acaban de celebrar San Isidro pidiendo sol al patrón y con una cosecha en inmejorables condiciones, también son conscientes de que los precios del cereal, por segunda campaña consecutiva, se encuentran en niveles de hace 20 años y por debajo de los 160 euros por tonelada.

Precios bajos

Para el representante de La Alianza y secretario general de UPA, Aurelio González, la principal amenaza en las próximas semanas son los golpes de calor, ya que en los años húmedos la raíz de la planta tiene un menor desarrollo y profundiza menos en la tierra, por lo que las consecuencias de unas altas temperaturas son más graves.

El coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León, Jesús Manuel González Palacín, resaltó que el "remate final" del ciclo vegetativo es clave y en quince días se puede doblar la cosecha o reducirse a la mitad. En términos similares se pronunció el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, que también recomendó la suscripción de seguros contra el pedrisco.

Sobre la evolución de los precios todas las organizaciones agrarias coinciden en señalar que son ruinosos y aseguran que a una media de 160 euros por tonelada y teniendo en cuenta la producción media, parte de la ayuda de la PAC se debe destinar a cubrir costes.

Por provincias, según el boletín de la Consejería de Agricultura, en la cebada la menor variación sobre la media la presenta Burgos, con un incremento del 14 por ciento que, sin embargo, arroja el máximo rendimiento simulado en valor absoluto, 3.833 kilos.

Mientras tanto, en el caso del trigo es en Valladolid donde se observa la máxima variación con una subida del 30 % con respecto a la media de los escenarios climáticos de los últimos treinta años, situándose el rendimiento en 4.065 kilos. Ávila, Segovia y Zamora siguen a Valladolid con rendimientos un 27 por encima de la media. Burgos, con un rendimiento simulado de 4.433 kilos, está un nueve por ciento por encima de la media simulada de los últimos 30 años y es, al igual que ocurría con la cebada, la provincia con el máximo rendimiento de toda la Comunidad.