Fuentesaúco quiere "poner guapa" a su patrona, la Virgen de la Antigua, "rejuvenecer" la imagen para volverla a ver como era originalmente, pues aunque suele desfilar vestida, con un manto amarillo o azul, no se trata de una imagen de bastidor sino de una escultura de piedra policromada, que no necesita más añadiduras.

El problema es que para ello hay que curarle a la Virgen las "heridas" que le causó la guerra. La imagen está llena de muescas, sobre todo por la espalda, ya que antiguamente los saucanos que marchaban a la contienda solían "raspar" la talla para llevarse una pizca de polvo, un pedacito de su patrona. Con este inocente gesto querían conseguir un recuerdo de su tierra antes de partir hacia un destino incierto, y quizás también un objeto sagrado que les protegiera de los peligros que corre cualquier soldado en tiempos de conflicto, pero poco a poco la tradición fue deteriorando el estado de la talla. Se cree que esta práctica se llevó a cabo, principalmente, durante las guerras coloniales del siglo XIX, cuando muchos saucanos se vieron obligados a abandonar su villa para defender las provincias españolas de ultramar.

Recaudación de fondos

La Antigua es una madonna de talla completa esculpida en piedra berroqueña y data del siglo XV, de estilo gótico tardío, aunque la peana sobre la que se asienta es posterior, de mediados del XVII, obra del salmantino Diego García de Salcedo. La mayoría de los saucanos solo conocen a la patrona vestida, pues incluso cuando descansa en su ermita permanece tapada con un manto. El Niño Jesús también va ataviado con una túnica, siempre a juego con su madre, e igualmente necesita ser restaurado pues se trata de la misma pieza escultórica.

La parroquia calcula que los trabajos costarían unos 6.000 euros, y para ello ha habilitado dos cuentas bancarias en las que los devotos de la localidad, o de cualquier otra procedencia, pueden aportar sus donativos. Durante la novena previa al día de la patrona, el Lunes de Pentecostés, muchos saucanos al ver a su Virgen se animaron a "rascarse el bolsillo", y al llegar al fin de semana la recaudación ya superaba los 1.500 euros, una cifra que ha ido creciendo a lo largo de esta semana, ya que muchos otros hicieron sus donativos en los días posteriores a la romería. Uno de ellos era el edil Eduardo Folgado, que el martes aportaba el dinero recibido en 2015 como dietas del Ayuntamiento, 355 euros. La inmensa cantidad de romeros que llenaron las calles de la villa saucana el lunes acompañando a su patrona demuestran que el fervor por La Antigua sigue muy vivo en la localidad, lo que garantiza que en pocos meses se pueda reunir todo el dinero necesario para llevar a cabo la restauración de la Virgen.