El tercer ataque de lobos en Doney de la Requejada, en lo que va de año, se saldó con un ternero muerto y devorado prácticamente en su totalidad.

La cría, con poco más de dos semanas de vida, fue hallada por el propietario de la explotación, Jesús Leoncio San Román Fernández, en el paraje conocido como Peña Roya, el pasado sábado a las nueve de la mañana tras echar en falta al animal.

A esta baja hay que sumar otras dos en el ataque anterior a otra de las explotaciones, y otros dos mastines devorados en otra incursión de los cánidos.

Los ganaderos señalan que no se han cobrado los daños anteriores y que en lo que va de año se han sucedido las predaciones de los lobos sobre los animales domésticos con el resultado de varios terneros mordidos, que no llegaron a morir, pero que todavía están en proceso de recuperación con los consiguientes gastos y atenciones.

Hartazgo de los ganaderos

Las heridas infringidas fueron considerables, a. A uno de los terneros le arrancaron la piel de los cuartos traseros. El periodo de curación de las crías se alarga durante meses, y siempre pendientes de que no mueran por las infecciones provocadas por las heridas, subrayan los ganaderos afectados.

El malestar y el hartazgo por estos sucesos son patentes entre los ganaderos de la zona de la Requejada. La Guardería Medioambiental levantó el informe sobre los daños a las pocas horas de encontrar los restos de la cría prácticamente aprovechada en todo lo que comestible de prisa y corriendo. Los ganaderos descubrieron heces de lobo en las proximidades de la zona de Peña Roya, contra el término vecino de Rábano de Sanabria.