El Lago de Sanabria será el centro de un gran estudio científico y sus resultados serán conocidos en el plazo de treinta meses. En la ejecución del proyecto de investigación, titulado "Programa de control limnológico bianual intensivo del lago de Sanabria", auspiciado por la Confederación Hidrográfica del Duero, intervienen el grupo de científicos de las áreas de Ecología y Zoología de la Universidad de Salamanca, formado por Miguel Lizana, Ana Isabel Negro y Javier Morales, pero también las Universidades de Lisboa y Granada; el Centro de Estudios Hidrográficos, del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas; el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas; el Instituto de Física de Cantabria; y el Laboratorio de limnología del Parque Natural de la Junta de Castilla y León.

Según informa la propia Universidad, los expertos forman parte del consorcio de investigación auspiciado por la Confederación Hidrográfica del Duero y dotado con un total de 1,8 millones de euros (de los que 258.300 euros corresponden a la partida destinada al trabajo que desarrollará la Usal) que persigue determinar el actual estado del Lago de Sanabria, "el mayor lago de origen glaciar que se conserva en la Península Ibérica y cuyo estado de conservación ha generado cierta controversia en los últimos años", explica a Comunicación Usal Miguel Lizana, co-coordinador de las acciones del grupo de la Usal en la iniciativa.

Los expertos adscritos al Departamento de Biología Animal, Ecología, Parasitología, Edafología y Química Agrícola de la Universidad serán los responsables de llevar a cabo las acciones concernientes al estudio "del fitoplancton y fitobentos, así como de otras comunidades bióticas que viven en sus aguas y orillas", apunta Ana Isabel Negro, co-coordinadora del equipo.

Al respecto, la científica de la Usal recuerda que los últimos estudios limnológicos efectuados en el Lago de Sanabria "datan de los años 80 y no poseen un carácter tan pormenorizado como el de toda la serie de análisis físico químicos y biológicos propuestos en este estudio con el fin de analizar integralmente este ecosistema acuático, ubicado en una zona de intenso uso medioambiental en el verano".

Entre los aspectos más destacables de la investigación, que comenzó a principios de este año y se prolongará hasta mediados de junio de 2018, es precisamente "su carácter multidisciplinar, algo novedoso en este tipo de trabajos", incide Miguel Lizana. De forma que los amplios datos obtenidos, una vez relacionados con los efectos experimentados por la cuenca, "nos facilitarán un diagnóstico sólido, científico y fiable del actual estado de conservación de la masa de agua natural más emblemática de Castilla y León", concluye.

El estudio de grupos de fauna acuática del Lago de Sanabria es uno de los "puntos inéditos a destacar de la investigación", expone el investigador Javier Morales, debido a que "lo habitual en este tipo de trabajos es un registro más básico, que sólo abarque el fitoplancton y demás seres microscópicos que habitan el agua", explica el zoólogo.

Por el contrario, los investigadores de la Usal realizarán un análisis exhaustivo que incluye, además, anfibios, náyades, libélulas, esponjas de agua dulce, mamíferos ribereños, como la nutria o los musgaños, y peces bentónicos como la lamprehuela. Este es un pequeño pececito que vive en las orillas lacustres, de costumbres un tanto desconocidas aún por la comunidad científica y que consideran será "un indicador muy importante al tratarse de uno de los agentes principales en el consumo de algas y vegetación del litoral", declara Morales. Con el estudio de este grupo de animales la Usal aportará más conocimiento acerca del funcionamiento de este ecosistema único y, en su conjunto, permitirá explicar los fenómenos experimentados por este entorno natural en los últimos años.