Morales del Vino vivió ayer una tarde de toros. El festejo fue en forma de un encierro urbano con tres vaquillas que dieron buen juego a la gran cantidad de aficionados que no quisieron perderse este espectáculo, la gran novedad del programa de fiestas del Cristo de Morales.

Las calles de San Salvador y Don Zacarias fueron cubiertas de arena y cercadas con las talanqueras para el desarrollo de un encierro que tuvo algún momento de tensión, provocado por las vaquillas intentado buscar un hueco entre los hierros para escapar. Por un momento se pensó que alguna de ellas lo conseguiría, pero al final todo se desarrolló con normalidad.

Hasta el tiempo respetó y los aficionados pudieron disfrutar del festejo sin la temida presencia de la lluvia y con una temperatura agradable de los primeros días de mayo.

Día grande

Hoy tiene lugar el día grande, cuando se celebra la fiesta del Cristo que tiene su momento más importante en la romería, posterior a la misa en la ermita. La jornada comienza a las diez de la mañana, cuando los moralinos salen en procesión con la Virgen del Rosario desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción hasta la ermita del Cristo de Morales. Tras la misa, prevista para las 11 de la mañana, se celebra la procesión por el entorno del templo donde ya están instalados numerosos puestos.

Sin duda será un día con la mirada puesta en el cielo ya que el éxito de la fiesta en la pradera dependerá mucho de si el día está lluvioso o escampa. Es una jornada larga, marcada por la diversión y la hermandad entre los moralinos y también muchos romeros llegados de la capital zamorana y pueblos del entorno. A las 21.00 horas la procesión regresará con la Virgen a la parroquia de Morales del Vino y en la pradera continuará a fiesta con una verbena popular.